La nueva idea de Bosch parece una locura: propulsores para evitar resbalones en moto y mantenernos rectos.

Los “resbalones”, cuando perdemos el control y caemos hacia un lado, siguen siendo uno de los grandes miedos a la hora de montar en moto; las consecuencias de estos accidentes pueden ser muy graves dependiendo de las circunstancias y del entorno (por ejemplo, si los quitamiedos no tienen las protecciones adecuadas).

Las motos modernas ya tienen muchas tecnologías que facilitan la conducción y mejoran la seguridad; desde frenos ABS hasta tracción de control. También hay avances en airbags diseñados para moteros, que protegen la columna vertebral en caso de impacto. Sin embargo, hasta ahora no ha habido grandes avances para evitar o protegerse ante los resbalones, que lamentablemente continúan formando parte de la experiencia motera.

El sistema para evitar resbalones en moto que parece sacado de una nave espacial

La nueva innovación presentada por Bosch puede cambiar esto. Se trata de un sistema capaz de detectar si la moto está perdiendo tracción, y en caso afirmativo, activar un sistema de propulsores que enderezan la moto. Sí, estamos hablando de propulsar la moto en la dirección contraria a la caída, en un intento de no perder el control.

La verdad es nos recuerda a los propulsores usados en naves espaciales. Cuando el sensor detecta que la rueda delantera ha perdido tracción (por un cambio en el asfalto, por ejemplo), activará el propulsor, que disparará gas en la dirección contraria, como un airbag; esto generará un empuje reverso que evitará la caída y nos permitirá recuperar el control.

Suena extraordinario, pero la verdad es que en Bosch ya lo han probado con buenos resultados. En el vídeo publicado, se muestra que un parche en la carretera puede provocar que el piloto pierda el control; con el sistema activo, aparece una nube de gas justo en el momento en el que parece que la moto pierde el control, y el piloto puede continuar.

Como un airbag para los laterales de la moto

Este es un sistema con potencial, pero aún tiene algunos inconvenientes. Para empezar, es como un airbag, es decir, que sólo lo podemos usar una vez; es necesario recargar el dispositivo con gas en el taller si lo usamos, y hasta entonces no lo tendremos disponible.

Además, este sistema añade peso y complejidad a la moto; las motos no tienen mucho espacio que digamos para meter dispositivos como este. Por lo tanto habría que diseñar nuevos modelos con esta tecnología en mente; e incluso así, probablemente sólo llegaría a los modelos más caros.

Pese a todo, es uno de los avances en seguridad para motos más interesantes que hemos visto, y Bosch ya está trabajando en esta y otras novedades para el futuro.