Circular en carretera con auriculares es muy peligroso: ante cualquier riesgo, los oídos son importantísimos, pues nos alteran ante cualquier situación de peligro que no esté en nuestro campo visual (y que esté en él, también, pues en ocasiones nos despistamos). Por lo tanto, llevar auriculares, y más aún cuando sean de los que cancelen el ruido exterior, es una imprudencia total.

Es un problema que afecta a cualquier tipo de vehículo, pero más concretamente a las bicicletas: los coches tienen radio y muchos casos de moto traen un sistema de audio seguro; las bicicletas, en cambio, no tienen ningún sistema de audio que sea seguro y que nos permita escuchar lo del exterior.

Por lo tanto, muchos ciclistas suelen recurrir a usar auriculares para escuchar música, para hablar por teléfono o para recibir información deportiva, lo que les deja completamente aislados del exterior. El gran problema no radica en escuchar música o en hablar por teléfono, sino en aislarte del exterior. Y esto sucede con la mayoría de los auriculares.

Casco con auriculares de conducción ósea para ciclistas

No obstante, hay una tipo de auriculares que no se ha popularizado que es muy interesante en este caso: auriculares de conducción ósea. Y precisamente esta tecnología es la que usa un nuevo casco para bicicletas anunciado en Indiegogo, una plataforma de crowdfunding.

Lo que hace el casco es transmitir el sonido por medio de los huesos del oído mediante vibración, de modo que el oído en sí sigue escuchando todo lo que ocurre. Los huesos que recibe las vibraciones al mismo tiempo las envían al oído interno. Es la misma tecnología que usaban las Google Glass para transmitir sonido (y, de hecho, este producto fue uno de los que popularizó estos auriculares).

El casco, como cualquier otro, incluye todos los elementos de seguridad necesarios para proteger la cabeza del ciclista. Pero, además, también incluye un auricular de conducción ósea a cada lado, permitiendo que podamos pedalear tanto por carretera como por monte sin ningún peligro de no estar atentos a cualquier peligro del exterior.

Además, también tiene un micrófono, por lo que podemos usarlo para realizar llamadas. Se puede conectar con el teléfono y controlarlo mediante los mandos del manillar de la bicicleta. Y aquí viene lo mejor de todo: al ser un ‘casco conectado’, permite almacenar mucha información, como el recorrido que hacemos, la velocidad media y otros datos, por lo que podremos prescindir de otros gadgets que cumplan esta función.