La consola portátil open source y modular para jugar a todos los clásicos
GameShell es una videoconsola portátil modular que se está financiando a través de una campaña de crowdfunding de Kickstarter.
9 diciembre, 2017 19:41Noticias relacionadas
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Si alguna vez te has planteado realizar algún proyecto DIY (‘Do It Yourself‘, hazlo tú mismo en español) de videoconsola o de consola portátil, y has desistido por la magnitud del proyecto (se requieren bastantes conocimientos, además de los materiales y elementos necesarios), quizás puedas retomar ese proyecto que has dejado olvidado al fondo del cajón.
GameShell es una videoconsola modular (que se monta por módulos o partes) open source (que es código libre) y que está siendo financiada mediante Kickstarter, una plataforma de crowdfunding. Básicamente, es un pack donde se incluye todo lo necesario para poder montar una consola tipo Nintendo Game Boy Color.
La consola está compuesta por módulos, como decimos, y por ello es tan sencillo de montar. Los módulos no son intercambiables, o al menos de momento. Es decir, no podemos cambiar por ejemplo los controles típicos de una videoconsola portátil (A, B, Y, X y el joystick) por otro que nos venga mejor para jugar a un juego en concreto, lo cual estaría muy bien como extra.
GameShell, la primera consola portátil modular
A pesar de que incluye tecnología completamente moderna, es de aspecto totalmente retro. La parte más interesante, al menos en cuanto a diseño, se encuentra en la trasera, compuesta por materiales transparentes que dejan al descubierto las entrañas de la máquina.
Usa GNU/Linux embebido en su interior, y sus juegos son gratuitos e independientes (es decir, desarrollado no por grandes compañías como Nintendo o Sony, sino por pequeños programadores). De momento vienen incluidos el Cave Story y DOOM1, aunque se añadirán más en un futuro. También podemos jugar a los típicos juegos de la SNES, Atari, GB, GBA y la NES gracias a una serie de emuladores.
Incluso, si quieres crear tu propio juego, puedes hacerlo gracias a Phyton, un lenguaje de programación relativamente sencillo. También podremos usar C, LUA y LISP, si los conocemos.
Incluye una batería de 1050 mAh, lo que le da una duración de unas 3 horas, o 100 hora en standby. La pantalla es de 2,7 pulgadas y 18 bits, lo justo, y la resolución es de 320 x 240 píxeles. Incorpora tecnología TFT (es decir, que es LCD, pero con ciertas mejoras).
En cuanto a la placa base, monta una Clockwork Pi compatible con Arduino (lo que da muchas posibilidades). Es quad core, de 32 bits, funciona a 1,2 GHz y tiene 512 MB de RAM, aunque están planteando incluir una versión de 1 GB.
Al ser open source podemos, por ejemplo, imprimir una carcasa propia con forma de Mickey Mouse o de Pikachu. Para ello tenemos los archivos necesarios subidos a Kickstarter y, con los programas necesarios, y junto con una impresora 3D, podremos hacer realidad estos accesorios. Y, gracias a esto, podríamos hacer otras cosas: una carcasa con mayor capacidad de batería, con otros sensores, o lo que quisiésemos, siendo el límite nuestra creatividad e imaginación.
La consola básica cuesta 99 dólares en crowdfunding (unos 83 euros, aproximadamente). En total, el proyecto ha recaudado casi 190 000 euros en financiación gracias a esta plataforma.