Estos son los mitos más comunes sobre los VPN.
Primero repasemos el concepto de VPN. Es el acrónimo de Virtual Private Network. Consiste básicamente en conectase a Internet por medio de un nodo que media entre nosotros y el servidor al que estamos lanzando la petición. De este modo no estamos usando nuestra red para conectarnos, sino que nos provechamos de ese nodo para que todo el tráfico nos lo redirija él hacia nosotros.
Por si no queda muy claro aún: es como si nuestro ordenador le pregunta a otro ordenador que puede estar en cualquier parte del mundo si puede consultar cierta web. A ojos de la web nosotros no existimos, pues no hemos estado nunca en contacto con él. Por lo tanto, nuestra información se mantendrá privada (en teoría).
Es lo que se conoce como el ‘Efecto túnel’. Se llama así porque los datos que contienen nuestra información (es decir, los de nuestro ordenador-nodo) están cifrados.
Hace que los anuncios no sean relacionados
Las técnicas publicitarias de hoy en día son brutales. Hay quien dice que los micrófonos están siempre activos y que están alerta escuchándolo todo para saber qué publicidad mostrar (cierto o no, esto ahora mismo no importa, aunque si fuera así ya hubiera habido un escándalo público). Los anuncios de hoy en día se adaptan a nuestra edad, género, sexo e incluso a nuestros gustos.
De este modo los banners son mucho más específicos y el RMP de Adsense acaba subiendo de manera considerable. Muchos usan VPN para que esto no ocurre y que la publicidad que se muestre sea genérico.
Pero esto, a pesar de que dificulta un poco la cosa (por temas de ubicación), no es más que una pérdida de tiempo, pues los anuncios se seguirán mostrando casi de forma exactamente igual, sobre todo si hemos iniciado sesión en nuestra cuenta de Google o de Facebook. Por si no fuera poco, los propios servidores de VPN inyectan publicidad (los gratuitos, claro).
No se nota la diferencia de navegar con o sin VPN
Esto es rotundamente falso. Y es que los VPN, por mucha conexión de fibra simétrica y mil historias que tengamos, ralentizan nuestra velocidad. Por mucho que tengamos la mejor velocidad de conexión en nuestro dispositivo, en el nodo del VPN y en el servidor que estemos consultando, un VPN siempre va a ser más lento.
No es lo mismo hacer una consulta de forma directa que hacerla mediante un nexo. Es como si le decimos a alguien que llame a la policía porque está habiendo un atraco, cuando si llamamos nosotros el proceso será más rápido (se eliminan elementos de la ecuación).
Por otro lado, también está el hecho de encontrar un VPN que tenga una conexión buena. Obviando el tema de que los VPN gratuitos son malísimos y que en su mayoría funcionan muy mal (aparte de que hay restricciones de navegación), los de pago también sufran pérdidas de velocidad o ligeras caídas.
Si escogemos un servidor saturado o si se satura el servidor de forma momentánea (hay oleadas de conexión masivas mediante VPN por algún evento mundial) se produce lo que se conoce como ‘cuello de botella’. Habrán más peticiones que capacidad para responder a ellas y tendremos que hacer cola para navegar.
Otro de los aspectos en los que notamos que estamos conectados mediante un VPN es que algunos sitios restringen la entrada a ellos si lo hacemos desde uno. Netflix, por ejemplo, es uno de los portales web más famosos que hace esto. El porqué es muy sencillo de averiguar: algunos clientes pagan por restringir contenidos en ciertas regiones y no quieren saltarse los contratos.
Los VPN son totalmente seguros
Si partimos de que hay muchos VPN que lo único que quieren es lucrarse a toda costa, esta premisa ya es totalmente errónea. No todos los VPN son seguros, y lo peor es que no podemos saber cuándo uno lo es y cuándo no.
Ya no es solamente que el administrador del VPN pueda espiarnos mediante el tráfico que hacemos, sino que también tiene el poder, por ejemplo, de enviarnos una web clonada para robar nuestros datos y que nosotros pensemos que es la original. Se conoce como Man-in-the-Middle.
Puede darse el caso de que tengamos el VPN mal configurado o que este use un cifrado muy antiguo (el 90% usan tecnologías obsoletas).
Por último, otra de las situaciones que puede ponernos en peligro es que el servidor guarde un registro de nuestras sesiones y de nuestra actividad. Puede parecer muy contradictorio, pues el propósito es ser anónimos en la red, pero haberlos haylos. Lo mejor para este caso es consultar la política sobre los registros de cada uno de los VPN y escoger el que no guarde nuestros datos.
No hay un Top 5 de mejores VPN
Tal y como detallan en LifeHacker, no hay un mejor VPN. Solamente hay VPNs que sirven para una cosa y VPNs que sirve para otra distinta.
No todo el mundo que se conecta mediante VPN lo hace por el mismo motivo: algunos lo hacen para mantener el anonimato; otros por seguridad; y otros para saltarse bloqueos regionales. Si bien es cierto esto, también tenemos que tener en cuenta que hay algunos tenemos que evitar a toda costa porque no son seguros.
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