Por qué las tarjetas gráficas AMD son las mejores ahora mismo para jugar con DirectX 12

Las mejores tarjetas para jugar con DirectX 12 son de AMD, y ahora sabemos porqué.

Hace dos semanas os presentábamos Ashes of the Singularity, el primer juego compatible con DirectX 12, y como no podía ser de otra manera la rivalidad entre AMD y Nvidia volvió a avivarse.

Los resultados eran obvios: las tarjetas gráficas de AMD mejoraban mucho más su rendimiento con DirectX 12 que las Nvidia; en algunos casos las AMD conseguían mejoras de tasas de frames de casi el doble, mientras que en las Nvidia la mejora era algo más modesta e incluso en algunos casos inexistente.

La clave de las mejores tarjetas para jugar con DirectX 12 está en una tecnología de 2011

Pero, ¿por qué esta diferencia? DirectX 12 es el mismo para todo el mundo, así que está en manos de los fabricantes mejorar sus drivers y sus tarjetas para adaptarse al estándar lo mejor posible; y todo indica que, al menos por el momento, AMD es la que ha hecho mejor los deberes.

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Los desarrolladores de Ashes of the Singularity, Oxide Games, han decidido romper el silencio y explicar porqué creen que AMD ha conseguido mejores resultados en DirectX 12. La respuesta está en la computación asíncrona. Tradicionalmente cuando un programa ejecuta un proceso, sólo puede continuar hasta que ese proceso termina; por ejemplo, si el proceso consiste en esperar a que el usuario pulse una tecla, el programa no puede hacer nada más mientras tanto, eso es programación síncrona. En la programación asíncrona, ese tiempo de espera de un proceso se aprovecha para ejecutar otros procesos.

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La computación asíncrona no siempre es fácil de aprovechar, y depende mucho de cómo esté escrito el programa (el juego). El caso es que en los últimos años AMD ha trabajado mucho en las capacidades asíncronas de sus GPU; en concreto la arquitectura GCN lanzada en 2011 aprovecha especialmente los shaders asíncronos para mejorar el rendimiento procesándolos en las esperas.

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¿Por qué te estoy contando esto? Porque DirectX 11 no permite el uso de shaders asíncronos, pero DirectX 12 sí. De ahí la mejora brutal de rendimiento; Ashes of the Singularity aprovecha la computación asíncrona de manera moderada, así que dependiendo del juego podríamos ver mejoras superiores o inferiores. En concreto los que más se van a beneficiar son los ports de juegos de consola; tanto Xbox One como Playstation 4 tienen chips gráficos de arquitectura GCN, y en ese sector los programadores ya están acostumbrados a aprovechar los shaders asíncronos.

Lo más gracioso de todo este tema es que Ashes of the Singularity tiene un acuerdo de marketing con Nvidia, y de hecho en Oxide Games reconocen que hay cierta polémica al respecto. Ahora le toca a Nvidia responder. Aún tiene tiempo para mejorar sus drivers y trabajar en sus nuevas arquitecturas hasta que el mercado se llene de juegos DirectX 12.