Como limpiar y mantener organizada tu bandeja de correo de Gmail
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Seguro que cada día podéis llegar a recibir muchísimos emails, y la mitad de ellos no os da tiempo a leerlos, o los leéis pero realmente no os vale la pena conservarlos. Y, en ambos casos, el resultado es un acumulo brutal de correos que no sabéis porqué siguen ahí (aparte de ocupar espacio, claro). En Gmail en particular, hay pocos problemas de espacio. Cuando yo empecé a usarlo más activamente ya tenía unos 7 GB disponibles de almacenamiento, y en la actualidad cuenta ya con 10,1 GB. Esto es una cantidad brutal, por lo que llenarlo sería muy complicado llegando a lo imposible (a menos que recibas muchos correos con archivos adjuntos cada día, que también puede ser). La duda es, ¿cómo podemos librarnos del exceso de correos que tenemos en nuestra cuenta y que ya no nos sirven para nada de una forma rápida y cómoda? Vamos a ello.
1. Eliminar los correos con archivos adjuntos
Como he dicho anteriormente, puede que veáis un exceso de espacio ocupado por tener demasiados correos que contengan archivos adjuntos. Para eliminarlos, no es necesario ir buscándolos uno por uno, pues Gmail tiene una solución práctica para encontrar solo y exclusivamente este tipo de correos. Para ello, debéis ir a la caja de búsqueda de Gmail y darle a la flecha derecha. En el cuadro que os aparecerá, abajo el todo, hay que marcar la casilla de “contiene archivos adjuntos”. Y, voila, ya tenemos seleccionados solo los correos con archivos dispuestos a ser eliminados.
2. Carpetas de spam y papelera
Gmail también dispone de un buen filtro de
Por otra parte, si algún correo que debería ser spam se cuela en nuestra bandeja principal, ¡No lo borréis! Marcadlo como spam, así el sistema reconocerá este tipo de correo para la próxima y no nos molestará (eso sí, se seguirá acumulando en la carpeta de spam durante 30 días, como ya hemos comentado).
3. No temer a eliminar nuestro correo
Existen muchos tipos de correos: conversaciones de chat (en Gtalk se envian las respuestas a Gmail si no estamos conectados), correos de trabajos pasados, o cursos estudiantiles anteriores, y un largo etcétera. La verdad es que algunos, según el tipo de datos que contengan, pueden darnos cierta nostalgia, pero poco más. Por ello, hay que preguntarse si realmente necesitamos mantener cierto tipo de correos en la bandeja cuando sabemos a ciencia cierta que nunca más nos volverán a hacer falta.
4. Controlar bien nuestras suscripciones y registros a sitios web
Esto es una forma más indirecta de “limpieza” de la bandeja de nuestro correo. Por una parte podemos dedicarnos a eliminar el exceso, pero por otra, una parte que yo considero primordial, lo mejor sería evitar ciertos correos que tan solo hacen que molestarnos. Por ejemplo, en el momento de suscribirnos a algo en alguna web, o simplemente registrarnos. Hay que tener mucho cuidado con la letra pequeña o las casillas marcadas, pues es evidente que casi nadie se para a darse cuenta de estos pequeños detalles (la vida en Internet es demasiado rápida a veces). Por ello, tan solo con echar un ojo a lo que estamos aceptando en la suscripción o registro, puede que evitemos muchos correos que podrían catalogarse como spam pero que, al ser una suscripción que hemos aceptado, ya no lo son.
Por otra parte, si ya hemos caído en la trampa, en todos los correos de este tipo de suscripciones sale siempre, al final (y por supuesto en letra minúscula) un mensaje de “darnos de baja”. No tiene perdida.
5. Ordenar nuestros contactos y etiquetas
Finalmente, para mantener nuestra bandeja de correo más o menos limpia y ordenada, lo más eficaz es hacer uso de las etiquetas inteligentes de Gmail y de los círculos (actualmente integrados en Google + también). Con ello conseguiremos un buen orden y menos agobios a la hora de buscar un correo determinado en las diferentes etiquetas o carpetas, en lugar de perdernos buscando en la bandeja de “correo recibido” que puede llegar a ser un verdadero infierno.