Así es el movimiento del iris del ojo a cámara ultra lenta
Grabar a cámara lenta no es tan fácil como usar una grabación normal y reducirla en velocidad para verla mucho más lenta. Las grabaciones con cámaras normales oscilan entre las 25 y las 60 imágenes por segundo. Esta cifra fue elegida mediante experimentos empíricos que determinaron que 25 imágenes por segundo era lo necesario para que el ojo humano no llegase a diferenciar que son imágenes estáticas las que crean vídeo. Con el tiempo esta cifra ha ido aumentando para mejorar la calidad.
Sin embargo, ni 60 imágenes por segundo son suficientes para reducir la velocidad de un vídeo y verlo a cámara ultra lenta, aunque existen procesadores que suavizan la transición y nos permiten ver algo parecido. Para grabar a cámara ultra lenta tenemos que abordar el problema desde otro lugar.
En lugar de bajar la velocidad de un vídeo normal, aumentamos la de grabación y tomamos más imágenes por segundo, alcanzando más de 500, pero pudiendo llegar incluso a 10.000 imágenes por segundo. Pongamos un ejemplo sencillo de esto. Si grabamos un vídeo de 10 segundos a 500 imágenes por segundo y lo reproducimos a 50 imágenes por segundo, tendremos un vídeo de 100 segundos, por lo que veremos una acción ocurriendo 10 veces más lenta con perfecta calidad.
En Slow Mo Guys se dedican a este tipo de grabaciones de cosas que pasan en la vida diaria, para que podamos ver cómo pasan las cosas cuando las vemos muy lentas. En este caso podemos ver a uno de ellos grabando su iris, y vemos una cosa muy curiosa, como este parece tener una textura gelatinosa, y no sólida como podría parecer.
Espero que os guste: