Estos castillos de España están construidos sobre antiguas zonas volcánicas

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Estos castillos de España están construidos sobre antiguas zonas volcánicas: ¿los conoces?

Te hablamos de fortalezas de la geografía española que fueron levantadas en lugares especiales y que, en consecuencia, son fortificaciones únicas en el mundo.

11 agosto, 2023 09:45

Noelia Gómez

España está repleta de castillos y concretamente Jaén es la provincia que más fortalezas posee. En cualquier caso, lugares como Castilla y León o Castilla-La Mancha (de ahí sus nombres: "tierra de castillos") también poseen muchas fortificaciones.

Dentro de toda esta lista de castillos, hay 3 que especialmente llaman nuestra atención debido a que están construidos sobre una zona de actividad volcánica. Se construyeron en zonas únicas: dos están en Castilla y León y el tercero, en las Islas Baleares.

Castillo de Ponferrada (León)

El castillo de Ponferrada (o castillo de los Templarios) se encuentra en la ciudad homónima, comarca de El Bierzo (provincia de León). Concretamente, se encuentra sobre una colina en la confluencia de los ríos Boeza y Sil.

La primera documentación que se tiene de esta fortaleza es del año 1187. Tal y como indica la página web del Ayuntamiento de Ponferrada (www.ponferrada.org): "Cuando en 1178 Ponferrada pasa a depender de la Orden del Temple por donación de los reyes leoneses, los templarios se encuentran una pequeña fortaleza que fue en su origen castro y posteriormente ciudadela romana."

Castillo de Ponferrada

Castillo de Coca (Segovia)

En lo que respecta al castillo de Coca se trata de una fortificación de la localidad de Coca (Segovia) que fue construida en el siglo XV y está considerada una de las mejores muestras del gótico-mudéjar español.

Este castillo destaca porque fue construido sobre una colina de piedra caliza que se formó durante la Era Secundaria, antes de la actividad volcánica en la zona.

En cuanto a su historia, en el año 1453, don Alfonso de Fonseca, Arzobispo de Sevilla, recibió el permiso del rey don Juan II de Castilla para la construcción de este castillo. Pero no fue hasta el año 1473 cuando su construcción se llevó a cabo por el maestro alarife Alí Caro a instancias del tercer señor de Coca Don Alonso Fonseca, sobrino del Arzobispo.

En 1928 la Dirección General de Bellas Artes lo declaró Monumento Histórico Nacional, formando parte también del Tesoro Artístico Español. Además, este castillo medieval está a tan solo una hora de Madrid.

Castillo de Coca

Castillo de Bellver (Mallorca)

El castillo de Bellver es una fortaleza circular que merece ser visitada una vez en la vida. Se encuentra situado a 3 kilómetros de la ciudad de Palma de Mallorca, concretamente lo encontramos sobre un monte de 112 metros sobre el nivel del mar, en una zona rodeada de bosque.

Desde este castillo se puede contemplar la ciudad, el puerto, la sierra de Tramontana y el Llano de Mallorca. De hecho, su nombre viene del catalán antiguo "bell veer", que significa "bella vista".

De esta fortificación destaca que se trata de uno de los pocos castillos de toda Europa que posee planta circular, siendo probablemente uno de los más antiguos. Se trata de una joya arquitectónica única, de estilo gótico, y además de esta planta perfectamente circular, cuenta con 4 torres orientadas hacia los 4 puntos cardinales.

La historia de su construcción se remonta al siglo XIV, de hecho, posiblemente se empezó a construir en torno al año 1300. El objetivo de este castillo era albergar la corte real de Jaime II de Mallorca, hijo de Jaime I de Cataluña.

Posteriormente, este castillo también lo habitó el rey Juan I de Aragón, huyendo de la peste que atacaba al continente en el año 1394. Más tarde, ya en el siglo XVII fue residencia esporádica de algunos virreyes.

En este sentido, la fortaleza destaca porque su estructura combina las necesidades palaciegas con los elementos propios para la defensa de un lugar estratégico. La parte principal de la fortificación se construyó de la mano del arquitecto Pere Salvà.

También cabe destacar que este castillo fue usado como prisión desde el siglo XIV, primero de la reina Violante y de los príncipes Jaime e Isabel y de otros partidarios del rey Jaime III, después de su muerte en la batalla de Lluchmayor en el año 1349. Además, durante la guerra de Sucesión, de felipistas, y, después de la victoria borbónica, de austracistas.