La muerte de la activista estadounidense de origen turco Aysenur Ezgi Eygi, de 26 años, este viernes cerca de Nablus tras recibir un disparo en la cabeza por el Ejército israelí pone, de nuevo, en alerta a la ya muy castigada Cisjordania. "Aysenur estaba a más de 200 metros de donde se encontraban los soldados israelíes y no hubo ningún enfrentamiento allí los minutos previos al disparo. De todos modos, desde tal distancia, ni ella ni nadie más podrían haber sido percibidos como una amenaza. La mataron a sangre fría", denuncia el Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM), donde Aysenur era voluntaria.
El grupo islamista Hamás condenó esta muerte y aseveró que "las balas pecaminosas" que acabaron con su vida, "son las mismas que envía Biden al Ejército de la ocupación y que usa diariamente contra el pueblo palestino". El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Sean Savett, dijo que EEUU está "profundamente perturbado" por esta "muerte trágica" y señaló que ya se habían entablado conversaciones exigiendo a Benjamin Netanyahu a realizar una investigación sobre los hechos. El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, dijo que su país está analizando los hechos ocurridos en Cisjordania y subrayó: "según sea necesario, actuaremos".
"Lo que ha pasado hoy no fue un accidente es la continuación de la matanza de 17 palestinos de Beta en estas protestas desde 2021. Fue un asesinato intencionado que no se puede justificar", explicó en una conversación telefónica Jonatahn Pollak, activista israelí que participó en la protesta.
La activista recibió un disparo de las fuerzas israelíes mientras participaba en la marcha semanal pacífica en la aldea de Beta, en Nablus, contra la expansión de los asentamientos.
"Tan pronto como empezamos la protesta, las fuerzas irrumpieron con gases lacrimógenos y munición real. Me aparté del punto donde estaban los enfrentamientos y entonces, escuché dos disparos, uno de ellos mató a un hombre palestino y el otro a Aysenur", detalla Pollak. "Corrí hacía ella y la vi tumbada en el suelo con muy poco pulso y sangrando mucho por la cabeza", concluye.
Rápidamente fue trasladada de urgencia al hospital Rafidia de Nablus donde la ingresaron en la unidad de cuidados intensivos. Los esfuerzos médicos no lograron salvarla a causa de las graves heridas que padecía en su cabeza, según informaron fuentes médicas. El Ejército israelí alegó que se vio obligado a disparar para mitigar "la amenaza" de "un instigador que arrojaba piedras contras las fuerzas" y agregaron que "se están revisando los detalles del incidente y las circunstancias en las que fue atacada la activista".
Ola de reacciones
El grupo islamista Hamás condenó esta muerte y aseveró que "las balas pecaminosas" que acabaron con su vida, "son las mismas que envía Biden al Ejército de la ocupación y que usa diariamente contra el pueblo palestino".
También el secretario del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Hussein Sheikh, condenó "el asesinato de la activista" y lo definió como "de otro crimen más en una serie de violaciones diarias cometidas por las fuerzas de ocupación".
En un mensaje en su cuenta de X, pidió que los responsables de la muerte de Ezgi Eygi rindan cuentas ante los tribunales internacionales.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, dijo que su país está analizando los hechos ocurridos en Cisjordania y subrayó: "según sea necesario, actuaremos". En una rueda de prensa en Santo Domingo, donde se encuentra de visita, Blinken calificó de "deplorable" esta "trágica pérdida" y expresó el pésame del Gobierno estadounidense a los familiares de Aysenur.
El Gobierno de Turquía, por su parte, condenó la muerte de la voluntaria turco-estadounidense y tachó el incidente de "intimidación" contra los activistas propalestinos.