Este viernes por la tarde, Benjamín Netanyahu ha anunciado que Israel ya tiene un plan para ampliar su ofensiva militar a Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza y en la frontera con Egipto, donde viven evacuadas más de 1,3 millones de personas.
El primer ministro ha ordenado a las Fuerzas de Defensa israelíes que elabore un doble plan para evacuar a los civiles de Rafah, el último rincón donde se han refugiado los habitantes de Gaza en el asediado enclave, y para derrotar a los batallones de Hamás que quedan en pie. "Es imposible lograr el objetivo de la guerra de eliminar a Hamás y dejar cuatro batallones en Rafah", indica un comunicado de la oficina del primer ministro de Israel.
Los ataques israelíes contra Rafah han aumentado en los últimos días y con ello el temor a una ofensiva terrestre del Ejército de Israel en esta zona, una opción que ahora cobra una nueva dimensión tras el anuncio israelí.
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El ministro de Defensa, Yoav Gallant, ya había sugerido varias veces en la última semana que Israel avanzaría hacia Rafah, cuando teminara sus operaciones en Jan Yunis, bastión de Hamás en el sur.
Esa posibilidad parecía más lejana mientras se negociaba otro posible acuerdo de tregua para liberar rehenes y presos palestinos, pero las conversaciones parecen atascadas ya que Hamás exige un cese definitivo de las hostilidades y la retirada de las tropas israelíes del enclave, algo a lo que Netanyahu se opone rotundamente.
Tanto la ONU como EEUU han expresado su preocupación ante una posible expansión de la ofensiva terrestre del Ejército israelí a Rafah, último refugio para más de un millón de gazatíes que llevan cuatro meses huyendo de los combates. El Departamento de Estado advirtió ayer de que una operación militar en Rafah, sin la adecuada planificación para la evacuación de civiles sería "un desastre".
"Según el derecho internacional humanitario, el bombardeo indiscriminado de zonas densamente pobladas puede constituir un crimen de guerra. La intensificación de las hostilidades en Rafah, en estas circunstancias podría provocar la pérdida a gran escala de vidas de civiles", declaró esta semana Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA).
Al menos nueve personas murieron el jueves por la noche en Gaza en dos ataques aéreos que se enmarcan en la ofensiva del Ejército israelí contra el enclave palestino, donde ya han fallecido cerca de 28.000 personas. 67.500 han resultado heridas, según el Ministerio de Sanidad de la Franja.
Los cadáveres de cuatro hombres, tres niños y dos mujeres fueron trasladados al hospital Abu Yousef al Nayar, en la localidad meridional de Rafah, como pudo constatar Efe. Los bombardeos aéreos tuvieron como objetivo dos viviendas residenciales en la zona de Tal al Sultan y en Jerbet al Adas.