Liberada Ahed Tamimi, la palestina que abofeteó a un militar de niña y a los 22 "saca de quicio a Israel"

Los últimos años, la lucha y los años han curtido a aquella adolescente. Hace menos de un mes, Tamimi, ya mujer, volvía maniatada a una prisión israelí. El 6 de noviembre, casi un mes después del comienzo de la guerra, la joven fue arrestada bajo sospecha de incitar a la violencia en Instagram. Por redes circularon capturas de pantalla de unas presuntas stories en hebreo y árabe que atribuían a Tamimi lo siguiente: "Vamos colonos, os masacraremos. Os esperamos en todas las ciudades de Cisjordania, de Hebrón a Yenín. Lo que Hitler os hizo fue un picnic. Nos beberemos vuestra sangre y nos comeremos vuestros cráneos".

La publicación fue eliminada y la veracidad de aquella cuenta de Instagram queda sin resolver. Su madre, Narimán Tamimi, dijo que "Ahed no tiene conexión con estas páginas, y cuando Ahed intenta crear una cuenta en los sitios de redes sociales, es inmediatamente bloqueada... Ahed no tiene una cuenta en Instagram", aseveró. Tras 25 días detenida, el sexto intercambio de rehenes y detenidos entre Israel y Hamás ha permitido a la joven volver a zafarse del presidio. Desde la madrugada del jueves, Tamimi está excarcelada y de vuelta con su familia en la Cisjordania ocupada.

A su llegada a Ramala, la activista compareció ante las cámaras de decenas de medios. "Mi alegría es incompleta porque han caído muchos mártires en Gaza. En la cárcel, no podíamos tener noticias", dijo. "Hay 30 presas que siguen en las cárceles israelíes, las humillan todos los días. No hay comida, ni agua, ni nada, ni siquiera ropa. Duermen en el suelo. Humillaron a todas las presas y las golpearon a todas", explicó. Tamimi contó que, cuando tramitaron su excarcelación, la amenazaron con su padre, Bassem Tamimi, condenado a nueve meses: "Me dijeron: «Tenemos a tu padre, si dices algo, lo mataremos aquí»", confesó.

Una niña contra un Estado

La de 2017 no fue la primera vez que Ahed Tamimi se enfrentó al Ejército israelí. Con once años, ganó atención mediática tras aparecer en un vídeo en el que amenazaba a un soldado con un puñetazo. Más tarde, con catorce años, otra grabación la mostraba mordiendo la mano de un militar israelí que había detenido a su hermano bajo sospecha de ser terrorista. En aquellas imágenes también se ve cómo Tamimi arrojaba piedras a las Fuerzas de Defensa israelíes, algo por lo que la Justicia del Estado sionista ha condenado a niños con 20 años de cárcel.

Ahed Tamimi es considerada una heroína en su Cisjordania natal, el resto de Palestina y los simpatizantes con la causa. El activismo le viene de familia: proviene de una saga de activistas reconocida, aunque su proyección ha dado más voz y fuerza a la resistencia palestina que ningún otro miembro de su comunidad. Su rostro y su cabello rubio rizado son un icono de la lucha por la liberación de Palestina, y ocupan una pintada enorme en el muro de Cisjordania. En 2018, la joven Tamimi emprendió una gira internacional que la trajo a España. En septiembre de aquel año, visitó al Real Madrid.

Los medios israelíes consideran a Tamimi una espina clavada para la opinión pública del Estado sionista. Al otro lado de la Barrera, la joven resulta una persona violenta y problemática, y se acusa a su familia de instrumentalizarla para buscar la fama y provocar a los soldados israelíes. El ministro de educación israelí, Naftalí Bennet, declaró que Ahed, su madre y su prima "deberían terminar su vida en la cárcel".

En 2017, el columnista de HaAretz Gideon Levy explicó cómo un país entero podía sentirse humillado por una niña. En su artículo 'Tres razones por las que una adolescente palestina está volviendo loco a Israel', Levy valoraba: "La niña de Nabi Saleh destrozó varios mitos de los israelíes. Lo peor de todo es que se atrevió a dañar el mito israelí de la masculinidad. De repente resulta que el soldado heroico, que nos vigila día y noche con osadía y coraje, se enfrenta a una niña con las manos vacías. ¿Qué va a pasar con nuestro machismo, que Tamimi rompió tan fácilmente, y nuestra testosterona? De repente los israelíes vieron al enemigo cruel y peligroso al que se enfrentan: una niña de 16 años con el cabello rizado. Toda la demonización y la deshumanización en los medios aduladores se hicieron añicos al enfrentarse con una chica con un suéter azul".