Los milicianos del movimiento islamista palestino Hamás han asediado Israel por tierra, mar y aire desde el pasado sábado. Más de 1.200 personas han fallecido a causa de los ataques sorpresa de los terroristas, mientras que los heridos superan los 3.000 ciudadanos.
Por su parte, en Gaza, los bombardeos israelíes han causado 1.055 muertos y más de 5.184 heridos. A estas cifras se les suman al menos 1.000 palestinos muertos en territorio israelí en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad tras infiltrarse desde la Franja, según las últimas estimaciones del Ejército. En estos ataques se han lanzado 5.000 cohetes contra Israel, como apuntan los datos facilitados por la milicia palestina.
Además, más de 100 personas han sido secuestradas por Hamás y llevadas a Gaza como rehenes. En las últimas horas, el grupo terrorista ha amenazado con hacer ejecuciones públicas a un rehén por cada bombardeo del ejército de Israel.
Cinco días después del inicio de la guerra entre Israel y Hamás, sus habitantes siguen viviendo la violencia de la incursión de milicianos terroristas en sus territorios. El pánico se ha desatado con los ataques a civiles, los combates terrestres y cohetes sorpresas.
Cabe destacar que las primeras imágenes en las redes sociales muestran a comandos palestinos atacando a vehículos civiles y propiciando disparos casa por casa. Los ciudadanos que han logrado sobrevivir se han concentrado en refugios antiaéreos mientras escuchan alarmas y cohetes sobrevolar sus territorios.
Pero en todas las guerras siempre hay personas valientes que se arman de valor para enfrentarse a los enemigos. Precisamente, esta fue la reacción que tuvo Inbar Lieberman, que vive en uno de los kibutz atacados por los terroristas de Hamás. En concreto, en Nir Am, una de las comunidades agrícolas de Israel.
Inbar es una exmilitar que ejerce como responsable de seguridad de la zona. Con tan solo 25 años, se ha convertido en la mujer más joven en desempeñar este cargo, al que ahora le añade una auténtica historia de heroísmo. Desde que tomó conciencia de la entrada de Hamás desde la frontera de Gaza, la joven permanecía en alerta por si los milicianos llegaban hasta su kibutz.
En el momento en el que los terroristas pisaron este lugar, Inbar se armó de valor y formó un grupo de 12 vecinos, entre los que se repartieron las armas que tenían para enfrentarse a la treintena de miembros de Hamás que llegaron al asentamiento cercano a la ciudad israelí de Sderot, situada a un kilómetro de la Franja de Gaza.
El estado de guerra en Israel ha convertido a la población hebrea en protectores de las personas que tienen en su entorno. Así lo ha demostrado Inbar que, junto a sus vecinos, se defendieron de los terroristas que iban a matar a los hombres, mujeres, niños y ancianos que vivían en el kibutz. La joven mató a cinco de los terroristas de Hamás que cruzaron la entrada a la pequeña comunidad agrícola. Aunque no estaba sola, ya que le esperaban los vecinos que había armado para combatir desde distintos puntos del lugar a los asaltantes. De hecho, el grupo logró acabar con la vida de 25 milicianos de Hamás.
"Cuando todo acabe, recibirá el Premio Israel"
"Inbar decidió no esperar y adelantarse operativamente". Esta fue la estrategia que llevó a cabo la exmilitar, tal y como ha revelado Ilit Paz, coordinadora cultural en Nir Am, a Israel Hayom.
La rápida actuación de Inbar ha tenido una gran acogida entre la población israelí, que muestra con orgullo cómo la joven ayudó a sus vecinos para evitar una masacre en la zona.
"Fue increíble. Mi marido participó en la unidad de reserva que trabajó para prevenir más bajas. Escucharon los disparos y se comunicaron por su cuenta con los demás miembros de la unidad de reserva y con Inbar, y entendieron que se les había pedido que estuvieran en alerta", ha explicado Ilit. Además, ha aplaudido el gesto de la joven porque "evitó docenas de bajas".
Por otra parte, en una publicación en redes sociales se ha solicitado un reconocimiento para Inbar. "Cuando todo acabe, esta mujer recibirá el Premio Israel", empieza el post. La historia de su heroísmo es una historia que se transmitirá en la tradición israelí durante generaciones. Inbar es la razón por la que hay un kibutz en toda la zona circundante que permanece intacto: Nir Am", ha publicado el diario Maariv.