"Hay terroristas en la casa", dijo susurrando Doron Asher Katz a su marido Yoni Asher. Ella le aseguró que, junto a sus hijas -Raz (de 5 años) y Aviv (de 3)-, se encontraba escondida en "una habitación segura" de la casa de su madre -Efrat Katz, de 67 años-, a la que había ido a visitar en un pueblo cercano de la frontera con Gaza. Poco después, la pareja de su madre, Gadi Moses, salió de la sala para razonar con los terroristas. "Se han ido y se lo han llevado con ellos", esas fueron las siguientes palabras que Yoni Asher pudo escuchar de su mujer.
Yoni continuó a la espera en la línea teléfonica para confirmar que tanto mujer como sus hijas estuvieran a salvo, sin embargo, la llamada se cortó. Esa fue la última vez que pudieron hablar.
Desesperado, el padre de la familia se dispuso a rastrear el teléfono de su mujer y pudo comprobar que se localizaban en Khan Younis, una ciudad del sur de Gaza. Fue entonces cuando, habiendo perdido el contacto con su familia, corroboró mediante un vídeo publicado en redes sociales que tanto su mujer como sus dos hijas estaban en manos de Hamás.
En el vídeo se ve a un grupo de israelíes, atados en la parte trasera de una camioneta, mientras un hombre armado pone una tela, a modo de venda, sobre la cabeza de una mujer. De inmediato Asher reconoció a su mujer y posteriormente a sus hijas y a su suegra, aplastadas contra ella.
Según las autoridades israelíes, se encuentran entre los 150 rehenes que se estima que hay en Gaza.
"Estoy tratando de mantener la calma. Quiero creer que hay algún contacto entre los diplomáticos que están negociando o algo así, pero no sabemos nada, eso es lo más difícil", asegura Asher. Su familia tenía planeado regresar a su casa en el centro de Israel el sábado por la tarde, pero ahora no está claro cuándo podrán reencontrarse, o si lo harán.
Asher, como el resto de familias, solo pueden mantenerse a la espera de recibir noticias esperanzadoras.
Amenazas con los rehenes
La cuestión de los más de 150 rehenes tomados por Hamás en su ataque del sábado pasado está dificultando el contraataque de Israel, que se intensificó este lunes con bombardeos incesantes sobre Gaza, ya que Hamás amenazó con ejecutar a rehenes en represalia por ataques indiscriminados contra la población civil.
"Cualquier ataque contra casas de inocentes en Gaza sin previo aviso resultará en la ejecución pública de un rehén", afirmó en un comunicado Abu Obeida, portavoz de las brigadas de Al Qasam, brazo armado de Hamás.
Reaccionó así a la intensificación de los bombardeos israelíes sobre Gaza, que destruyeron instalaciones militares de Hamás y la Yihad Islámica, pero también infraestructura civil y edificios residenciales.
Palestinos de la Franja denunciaron que Israel dejó de emplear el método conocido como "golpes en tejado", por el que se lanzan dispositivos no explosivos a los tejados de las casas como preaviso de que se van a bombardear en unos minutos, para que la población pueda salir, a menudo con el tiempo justo. "No son ataques normales, van contra civiles. Donde hay casas de civiles, atacan, donde hay niños y mujeres, atacan", denunció Ahmad Tartouri, un gazatí de 48 años.
En tres días de guerra, los bombardeos israelíes en Gaza han dejado ya más de 687 muertos, entre ellos 140 niños y 105 mujeres, y 3726 heridos, según el último recuento de las autoridades gazatíes, que advierten que aún quedan muchas víctimas bajo los escombros.
Los canales de televisión israelíes dijeron que el número de muertos por el ataque de Hamas había aumentado a 900, con al menos 2.600 heridos. El Ministerio de Salud de Gaza dijo que al menos 687 palestinos habían muerto y 3.726 habían resultado heridos en ataques aéreos israelíes contra el enclave bloqueado desde el sábado. Entre los muertos había ciudadanos de Italia, Ucrania y Estados Unidos, donde el presidente Joe Biden anunció el lunes que al menos 11 estadounidenses habían sido asesinados.
El portavoz de Hamás, Abu Ubaida, dijo que el grupo había estado actuando de acuerdo con el Islam al mantener seguros a los cautivos israelíes, pero amenazó con matar civiles y difundirlo.