Un grupo de manifestantes ha incendiado la antigua residencia del fallecido líder supremo de Irán Ruholá Jomeini en el marco de las movilizaciones que se suceden desde hace dos meses a consecuencia de la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, detenida por supuestamente llevar mal puesto el velo.
Vídeos que circulan en redes sociales muestran las llamas consumiendo la vivienda de Jomeini, en la actualidad convertida en un museo en honor al fundador de la Revolución Islámica, sin que las autoridades se hayan pronunciado al respecto.
La vivienda se encuentra situada en la localidad de Jomein, lugar de nacimiento de Jomeini. Asimismo, manifestantes han incendiado un seminario religioso en Qom, una de las ciudades más sagradas en el país, según el portal de noticias Iran International.
Irán ha denunciado en las últimas semanas que países occidentales estarían detrás de la oleada de manifestaciones. Así, el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, acusó a Israel y otros países "occidentales" de planear "una guerra civil".
El portal de noticias Human Rights Activists News Agency (HRANA) estima que más de 15.000 personas han pasado a disposición policial, temporalmente o hasta el momento, desde el estallido de las protestas, que han costado las vidas de más de 330 personas, entre ellas medio centenar de efectivos de las fuerzas de seguridad.
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Medios oficiales iraníes han negado que los manifestantes hayan prendido fuego a la casa. La agencia de noticias Tasnim, cercana a la Guardia Revolucionaria, afirmó que un “pequeño” grupo de personas protestó frente a la casa donde nació el líder religioso en 1902 en la ciudad de Jomein, en el centro del país. Pero negó que los manifestantes prendiesen fuego a la vivienda reconvertida en un museo en honor del religioso, tal y como han anunciado activistas.
Jomeiní lideró la Revolución Islámica de 1979 y fue el primer líder supremo de la República Islámica, contra la que ahora protestan jóvenes y mujeres pidiendo su fin.