El presidente estadounidense, Joe Biden, y el príncipe heredero al trono saudí, Mohamed bin Salman (conocido como MBS), se han encontrado este viernes en el Al Salam Royal Palace, en la ciudad de Jeddah. En lugar de un tradicional apretón de manos, ambos líderes se han saludado con un golpe de puño, tal y como avanzó la Casa Blanca que se haría como medida de precaución por la Covid-19.
A lo largo de la tarde, Biden, que está de gira por Oriente Próximo, tendrá también una reunión bilateral con el rey saudí Al Saud. Uno de los motivos de la visita del líder estadounidense es conseguir que Arabia Saudí aumente su producción de petróleo y alivie así a Occidente, que se enfrenta a una profunda crisis energética como consecuencia de la guerra en Ucrania.
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El viaje de Biden a la monarquía del Golfo ha sido duramente criticado en Estados Unidos. Sobre todo después de que los servicios de inteligencia del país señalasen a MBS como cerebro del secuestro y asesinato del periodista Jamal Kashoggi en 2018.
Poco antes de las 18 h (hora local), el Air Force One aterrizaba en el aeropuerto de Jeddah, en el mar Rojo. Al bajar las escaleras del avión presidencial, Biden ha sido recibido por el príncipe Khalid al-Faisal, gobernador de la provincia de La Meca.
Previamente, el presidente de EEUU se había reunido con el líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abas, en Belén, en Cisjordania. La visita concluyó con una declaración de Biden en la que aseguraba que "seguirá trabajando para la solución del conflicto palestino-israelí", aunque no ve una "vía inmediata para las negociaciones", según recoge la agencia Efe.