El Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur (NIS) ha informado este viernes de que al menos 1.500 soldados de las fuerzas especiales norcoreanas se están entrenando en el extremo oriental de Rusia. Como prueba, la inteligencia surcoreana, que hace unas semanas ya advirtió de la presencia de efectivos norcoreanos en Ucrania, ha publicado varias fotografías satelitales mostrando los movimientos de las tropas.
"El movimiento de tropas ya ha comenzado", ha indicado el NIS. Así, se trataría del primer envío de soldados norcoreanos fuera del territorio nacional desde la Guerra de Corea, que acabó en 1953 con un armisticio. Es decir, sin una paz definitiva. Paralelamente, desde la agencia surcoreana se ha informado de que se calcula que, en total, Pyongyang "planea enviar un total de 12.000 efectivos de cuatro brigadas diferentes, incluyendo las fuerzas especiales, a la guerra de Ucrania".
Paralelamente, las autoridades surcoreanas han afirmado haber seguido por primera vez a un alto funcionario de desarrollo de misiles de Pyongyang que visitó las líneas del frente rusas en agosto junto con docenas de otros oficiales norcoreanos. Estaban brindando "orientación in situ" a las fuerzas rusas que utilizan armas norcoreanas, dijo la agencia de noticias Yonhap.
Esta información llega apenas unos días después de que el jefe de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Kirilo Budánov, afirmara tener constancia de que cerca de 11.000 soldados norcoreanos están recibiendo instrucción en el este de Rusia para unirse a las tropas del Kremlin que luchan contra Kiev a partir del 1 de noviembre.
Todo apunta a que esta decisión de Kim Jong-un, reticente durante todo su régimen a mandar efectivos fuera, se engloba dentro del tratado de cooperación estratégica que firmó el pasado junio con el presidente ruso, Vladímir Putin. El pacto, que ha despertado el temor de la comunidad internacional por el acercamiento entre los dos líderes, incluye una cláusula de asistencia mutua en caso de que uno de los dos países resulte atacado.
En este sentido, la condición podría darse si Rusia proclama como ataque la incursión que las fuerzas ucranianas están llevando a cabo en la región de Kursk. Por su parte, Rusia ha tachado de "bulo" la información, mientras que los medios de comunicación norcoreanos (altavoz del régimen) ha optado por guardar silencio.