El centroderecha gana las elecciones en Portugal y la ultraderecha logra el 18%: Montenegro gobernará

La coalición de centroderecha Alianza Democrática (AD) ha ganado este domingo las elecciones legislativas en Portugal, con una victoria más ajustada de lo previsto. El auge de la ultraderechista Chega, que ha logrado más de 1,1 millones de votos y el 18% del sufragio es, junto con la baja abstención, la otra noticia de la noche.

Al 99% escrutado, AD se alzó con 79 escaños y 1,81 millones de votos, seguido del Partido Socialista (PS) con 77 y 1,76 millones de papeletas. Tras Chega, con 48 diputados, se sitúa Iniciativa Liberal con 8 y el 5% de los sufragios. Se reparten el resto de los asientos en la Asamblea el partido Bloque de Izquierda (5), la coalición comunista ecologista PCP-PEV (4), Livre (4), y los animalistas de PAN (1). La mayoría absoluta se ubica en los 116 parlamentarios.

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Luís Montenegro, líder de AD, afirmó que "tiene expectativas fundadas" de que el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, le pida para formar Gobierno en el país y rechazó un acuerdo con la ultraderecha.

"Creo que los portugueses también han dicho que es necesario que los partidos políticos, especialmente aquellos con representación parlamentaria, deben privilegiar más el diálogo y la consulta entre líderes y partidos", dijo Montenegro, después de que el candidato socialista, Pedro Nuno Santos, le concediera la victoria pese a lo ajustado de los resultados.

Montenegro ha afirmado que cumplirá con su palabra y no pactará con la ultraderecha para lograr la mayoría absoluta y el gobierno. En su lugar, apeló a la responsabilidad de "todos los que se van a asentar en la Asamblea de la República (Parlamento)".

"Todos están obligados a proporcionar al país las condiciones para la gobernabilidad -indicó-. No me eximo del (papel) principal, pero exijo a los demás que cumplan la palabra del pueblo portugués", subrayó.

En este sentido, Nuno Santos ya había apuntado antes de las elecciones que permitiría gobernar a Montenegro para que la extrema derecha no fuese decisiva en la gobernabilidad del país. El socialista aceptó la derrota pocas horas después del cierre de urnas "a pesar de la diferencia tangencial entre nosotros y AD".

El primer ministro saliente Antonio Costa señalaba previamente lo ajustado de los resultados: "Creo que en este momento los resultados casi definitivos son menos claros que las predicciones iniciales que vi en los últimos minutos, pero en términos de mandatos hay prácticamente un empate", indicó.