Macron insiste: pide a los países aliados de Ucrania "no ser cobardes" ante la "imparable" Rusia

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha instado de nuevo este martes a los países aliados de Ucrania a "no ser cobardes" frente a potencias que buscan ser "imparables", en referencia a Rusia, en pleno debate sobre la posibilidad, deslizada por él mismo, de enviar tropas europeas a territorio ucraniano.

"Nos acercamos a un momento de nuestra Europa en el que nos convendrá no ser cobardes", ha asegurado Macron en un discurso ante la comunidad francesa en República Checa, en el que también ha apuntado que "nunca queremos ver lo que ocurre".

Cree que Francia y República Checa si son "conscientes" de esta situación, que pasa por asumir que "la guerra ha vuelto" a Europa. "Tendremos que estar a la altura de la historia y de la valentía que implica. Es también nuestra responsabilidad", ha dicho.

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Macron no ha aludido en esta ocasión al envío de tropas, una opción que, según sus propias palabras, "no se descarta". Así lo planteó al término de una reunión de apoyo a Ucrania celebrada el 26 de febrero en París, lo que desató una ola de matizaciones por parte de la mayoría de países de la OTAN.

El Gobierno francés, en plena polémica por esas palabras, también ha ordenado la celebración de un debate en la Asamblea Nacional para examinar las garantías de seguridad prometidas a Ucrania. Este debate tendrá lugar en principio el 12 de marzo, según fuentes parlamentarias consultadas por Franceinfo.

1.500 millones para Defensa

Estas palabras de Macron coinciden con la decisión de la Comisión de Ursula von der Leyen de la primera Estrategia Industrial de Defensa de la historia de la UE. Un plan de rearme militar que pretende responder al "cambio de paradigma de seguridad" en Europa, con el regreso de la guerra de alta intensidad provocada por Vladímir Putin en Ucrania. "Europa está en peligro. Desgraciadamente, la paz no puede darse por sentada: la guerra está en nuestras fronteras", ha dicho el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, durante la presentación de la iniciativa.

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La estrategia tiene como objetivo garantizar que Europa asuma gradualmente su propia defensa, con la colaboración de aliados "siempre que sea posible". Sobre todo ante el riesgo cierto de que Estados Unidos se desentienda de la protección del continente si Donald Trump gana las elecciones de noviembre y regresa a la Casa Blanca en 2025. Para ello la prioridad es aumentar drásticamente la capacidad de producción de la industria de defensa europea.

Sin embargo, el Ejecutivo comunitario apenas ha asignado a la Estrategia Industrial de Defensa 1.500 millones de euros del presupuesto comunitario en el periodo 2025-2027. Y eso cuando el propio comisario de Industria, Thierry Breton, uno de los autores del plan, ha cifrado en 100.000 millones de euros el dinero necesario para reconstruir la base militar europea a largo plazo.