El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, dio hoy por abortada la contraofensiva ucraniana que comenzó a principios de junio de este año y aseguró que el Ejército ruso avanza en todos los sectores del frente.
"Los principales esfuerzos en el año que concluye se concentraron en lograr los objetivos de la operación especial militar. El más importante fue el de abortar la contraofensiva tan anunciada por Ucrania y sus aliados de la OTAN. La misión fue cumplida con éxito", afirmó en una reunión con la plana mayor del Ejército ruso.
Según Shoigú, "esto se debió a varios factores determinantes: la creación de un sistema eficaz de fortificaciones, la alta capacidad combativa de todas las unidades, la fiabilidad y efectividad del equipamiento bélico ruso".
"Y sobre todo, a las acciones hábiles y decididas de los defensores de la patria, que garantizan abnegadamente la seguridad del país y sus ciudadanos", añadió.
Resaltó que "los esfuerzos conjuntos en la retaguardia y en el frente ayudaron hoy a nuestras tropas a tomar la iniciativa en la línea de enfrentamientos con el enemigo".
"El Ejército ruso ocupa constantemente posiciones cada vez más ventajosas y amplía el control de nuevos territorios en todos los sectores del frente", aseveró, al señalar que Rusia "avanza consecuentemente hacia el logro de los objetivos declarados de la operación especial militar" en Ucrania.
Desde hace dos meses las fuerzas rusas intensificaron considerablemente sus acciones en diversos sectores del frente, especialmente en la región de Donetsk, donde intentan cercar la localidad de Avdivka y tomaron la víspera Márinka, ambos importantes bastiones ucranianos cercanos a la capital regional.
También han logrado avances discretos en la región de Járkiv, en un intento de acercarse a Kúpiansk, ciudad de la que las fuerzas rusas se vieron obligadas a retirarse en septiembre de 2022.
Ucrania inició en junio pasado una contraofensiva, con el objetivo de empujar las fuerzas rusas al sur y cortar el puente terrestre que une Rusia a la península de Crimea, anexionada en 2014, pero sus esfuerzos se vieron frustrados debido al intenso minado y las fortificadas líneas de defensa rusa en el sector de Zaporiyia.