"La Unión Europea está gravemente preocupada por la profundización de la crisis humanitaria en Gaza". Los ministros de Exteriores de los 27 han pedido de nuevo este lunes a Israel pausas "inmediatas" en la guerra contra Hamás para facilitar el acceso de combustible, agua, alimentos y material sanitario, así como "máxima contención" con el fin de garantizar la protección de la población civil.
El jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, viajará en los próximos días a Israel, Palestina, Bahrein, Arabia Saudí, Qatar y Jordania con el fin de impulsar una solución política al conflicto entre palestinos e israelíes, basada en la coexistencia de dos Estados.
"Hemos estado demasiado ausentens en la solución de este problema, que hemos delegado a Estados Unidos. Pero ahora Europa tiene que comprometerse más, porque de lo contrario viviremos un ciclo de violencia que se perpetuará de generación en generacion, de funeral en funeral", ha dicho Borrell en rueda de prensa al término de la reunión.
[La "unidad" de la UE sobre la guerra Israel-Hamás estalla en mil pedazos en tan sólo 24 horas]
Los ministros de Exteriores de los 27 han ratificado la declaración conjunta publicada a última hora del domingo, cuyo objetivo es reconstruir la unidad europea sobre la guerra Israel-Hamás. Un frente común que estalló en mil pedazos tras el debate en la Asamblea General de la ONU de una resolución sobre la situación humanitaria en Gaza el 28 de octubre, en la que los Estados miembros "votaron de formas diferentes", ha admitido Borrell.
Para pactar esta declaración, el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común trabajó durante toda la jornada del domingo con los Estados miembros. "Lo nuevo es que ante la situación humanitaria se determina que estas pausas son urgentes y hay que abrirlas inmediatamente", sostiene Borrell.
Los "intensos bombardeos" de Israel en Gaza han causado ya más de 11.000 muertos, entre los cuales "hay una alta proporción de mujeres y niños". A la población civil le faltan los medios más básicos, desde agua a medicinas y comida (menos de un 10% de la necesaria). Hay un millón y medio de personas desplazadas dentro de Gaza de norte a sur, siguiendo las instrucciones de Israel, pero todavía quedan cientos de miles en la parte norte, donde es más difícil que llegue la ayuda humanitaria, ha relatado Borrell.
"Sobre todo lo que preocupa es la situación en los hospitales: muchos de ellos han colapsado o están al borde de colapsar. 20 de los 36 hospitales en Gaza, según la OMS, han dejado de funcionar y sin combustible es imposible que lo hagan porque eso impide la distribución de agua limpia y de electricidad", alerta el jefe de la diplomacia comunitaria.
Ante esta situación, Bruselas ha multiplicado por cuatro la ayuda humanitaria a Gaza, hasta alcanzar los 100 millones de euros. "Pero la ayuda tiene que llegar: no sirve de nada amontonar camiones en la frontera si estos no pueden entrar", se queja Borrell. A juicio de la UE, el paso fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto es "claramente insuficiente": hay que abrir más corredores terrestres o crear un corredor marítimo, lo que requeriría desplegar un puerto flotante en Gaza porque en su costa no hay puertos.
La UE ha vuelto a reclamar a Hamás la liberación de todos los rehenes y que Cruz Roja tenga acceso a ellos. Al mismo tiempo, los Veintisiete quieren evitar a toda costa la escalada del conflicto y su extensión a otras zonas geográficas vecinas de Israel. Un mensaje que se dirige específicamente a Hezbolá, en la frontera norte de Israel con Líbano.
Condiciones para el diálogo
A medio y largo plazo, Borrell ha expuesto a los ministros de Exteriores las "condiciones" que a su juicio podrían permitir reiniciar el diálogo entre israelíes y palestinos para una solución basada en la construcción de dos Estados. Unos parámetros que han sido respaldados por los Veintisiete y que se resumen en "tres síes y tres noes".
En primer lugar, no puede haber un desplazamiento forzado del pueblo palestino fuera de Gaza. Es decir, no puede haber una expulsión de los palestinos para ser acogidos en otros países. El segundo 'no' es que el territorio de Gaza no se puede reducir: no puede haber reocupación de Gaza por parte de Israel. Finalmente, no puede disociarse Gaza del problema palestino en su conjunto.
En cuanto a los síes, Borrell ha defendido que a Gaza "tiene que volver una Autoridad Palestina, cuya legitimidad debe ser definida y decidida por el Consejo de Seguridad" de la ONU. En segundo lugar, los países árabes deben contribuir políticamente a la construcción del Estado palestino. Finalmente, la UE debe implicarse más en la región, en particular en la construcción del Estado palestino.
En este sentido, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha vuelto a defender la propuesta de España de celebrar cuanto antes una Cumbre Internacional de Paz en la región, con la declaración de un alto el fuego humanitario como paso previo.