La tasa de natalidad en los países desarrollados es cada vez más baja. Tener un hijo no entra en el plan de muchas familias y, en los casos en los que el deseo de ser madre o padre logra llegar a término, el número de hijos es muy bajo. En España, en 2023 la tasa de fecundidad se situaba en 1,19 hijos, mientras que en Europa ronda el 1,5.
Muy alejados de esta cifra está una familia de Georgia, la formada por Kristina Ozturk, de 26 años, y Galip Ozturk, magnate turco, de 57. La pareja tiene la friolera cifra de 22 hijos de entre 2 y 3 años, casi todos ellos fruto de la gestación subrogada.
La joven, nacida en Moscú, fue madre por primera vez a los 17 años, de forma natural, junto a su expareja. Victoria, ahora con 9 años, es la hermana mayor de la familia. Después, Kristina conoció a Galip Ozturk, con el que tiene otros 21 hijos. Por cada uno de ellos, la pareja gastó alrededor de 9.000 euros.
[¿En qué países está prohibida la gestación subrogada?]
Kristina está cumpliendo su sueño gracias a la gestación subrogada, un método de reproducción asistida por el cual una mujer gesta a un bebé para una pareja que tiene la intención de convertirse en sus progenitores cuando nazca.
En Georgia, la gestación subrogada es legal con condiciones: la gestante debe ser menor de 35 años y haber tenido un hijo propio antes, además de un nivel socioeconómico alto.
El objetivo: 100 hijos
Todos los hijos de la pareja, excepto uno, nacieron en 2020. "No sé cuántos hijos tendremos, pero definitivamente no planeamos parar. No estamos listos para hablar del número final. Todo tiene su momento", aseguró Kristina al diario británico Daily Star.
No obstante, la pareja ansía llegar a la meta de los 100 hijos y superar así a Valentina Vassilyeva, una mujer rusa del siglo XVIII que dio a luz a 69 niños, y ostenta el récord Guinness de la madre con más hijos de la historia. "No estoy segura de si seremos la familia más grande del mundo, pero estamos planeando ser la familia más feliz del mundo, seguro", asegura Kristina a otro medio.
Para criar a su veintena de hijos, la pareja dedica entre 4.000 y 5.000 euros cada semana, además del sueldo de las 16 niñeras que han contratado, en las que gastan más de 78.000 euros al año. "Estoy con los niños todo el tiempo, haciendo todas las cosas que las madres hacen normalmente. La única diferencia es la cantidad de niños", asegura Kristina.
La pareja cuenta, además, que no conoce a las madres gestantes de sus hijos. "No conocemos personalmente a las madres y no tenemos contacto directo con ellas para evitar problemas después del embarazo", dijo.
El padre de la familia, un prófugo de la justicia
El marido de Kristina fue arrestado en Georgia acusado de fraude y blanqueo de capitales. Antes de su detención, era prófugo de la justicia rusa, donde había sido condenado a cadena perpetua por encargar un asesinato en 1996. "El sentimiento de soledad no me abandona ni siquiera con tanta gente cercana a mi alrededor", aseguró la joven al Daily Star hace un año, tras la detención de su pareja.
Sin embargo, Kristina ha seguido adelante con sus redes sociales, en las que cada día muestra la vida de su numerosa familia. La joven compartió su testimonio también en un libro donde cuenta sus experiencias y las "dificultades y alegrías de la maternidad".