El expresidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha vuelto a generar polémica. Lo ha hecho con unas declaraciones en las que critica la posibilidad de que Ucrania se una a la Unión Europea porque considera que el país es "muy corrupto".
"Cualquiera que haya tenido algo que ver con Ucrania sabe que este es un país corrupto en todos los niveles de la sociedad. A pesar de sus esfuerzos, no está preparado para la adhesión; necesita procesos masivos de reforma interna", señaló Juncker durante una entrevista con el medio alemán Augsburger Allgemeine publicada el jueves.
En esta línea, el otrora primer ministro de Luxemburgo (1995-2013) advirtió que "hacer falsas promesas" a los ucranianos sobre la adhesión a la UE "no sería bueno para nadie". Este mensaje salió a la luz al mismo tiempo que más de 40 jefes de Estado y de Gobierno se reunían en Granada para participar en la cumbre de la Comunidad Política Europea, un foro ideado por el presidente francés Emmanuel Macron en 2022 para escenificar la unidad del continente frente al Rusia tras el inicio de la guerra en Ucrania.
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A esta cumbre asistió también el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que consiguió que numerosos países europeos ratificasen su apoyo al país, que aspira a entrar en la UE. De hecho, la posible ampliación del Club de los Veintisiete será uno de los temas que se tratarán este viernes durante el Consejo Europeo que se celebra también en Granada.
"Falsas promesas"
"No se deben hacer falsas promesas a la gente que está sufriendo hasta el cuello", dijo Juncker en relación a la posibilidad de que los ucranianos se unan a Europa dentro de poco. En este sentido, el expresidente de la Comisión Europea señaló que la membresía de los países aspirantes, como Ucrania pero también Moldavia, debe estar precedida de "reformas internas" y respaldada por una "mayoría calificada".
Poco después de que empezase la guerra a inicios de 2022, Ucrania se convirtió en candidato oficial a la adhesión de la UE. Esa posición implicaba varios cambios legislativos y administrativos en los que el Gobierno de Kiev lleva meses trabajando.
Precisamente, uno de los requisitos impuestos por la UE era el de reducir la corrupción, un problema que el país lastra desde hace décadas. Eso ha llevado a Zelenski a iniciar una purga anticorrupción en la que ha despedido o investigado a más de una docena de altos cargos, incluidos viceministros, gobernadores y asesores.