De alto mandatario ruso a camionero en EEUU: así esquivó la movilización de Putin para ir a la guerra

El conflicto bélico ha desencadenado un éxodo histórico de rusos que se han marchado de su propio país. Se cree que desde el comienzo de la invasión, han sido cientos de miles los rusos que han abandonado su país. Las causas suelen estar relacionadas con la oposición a la guerra o el temor de ser enviados al frente. 

Sharonov, frustrado por las gestiones políticas de su país, y con una fuerte convicción en contra de la invasión, forma parte de esas miles de personas que decidieron emigrar.

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En el año 2020, se convirtió en ministro de agricultura en Komi, una república federal en el norte de Rusia que no tiene salida al mar y que es casi tan grande como California. No tenía experiencia previa en el gobierno, pero le habían ofrecido el trabajo después de más de una década dedicándose a la industria agrícola. 

"Tenía curiosidad por ver cómo funciona el gobierno", pero rápidamente se desilusionó por lo que ha descrito como "corrupción y burocracia desenfrenadas" que plagaron su ministerio.

"En Rusia, la razón principal por la que la gente entra en política es para robar dinero. La corrupción ha destrozado mi país. O participas o te echan", dijo Sharonov a The Guardian.

En enero de 2022, fue despedido tras negarse a participar en una trama de corrupción urbanística, con lo que perdió el favor del jefe regional, Vladímir Uyba. Un mes más tarde, las tropas rusas comenzaron la invasión de Ucrania, una decisión que le dejó "profundamente perturbado".

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"Me di cuenta de que al quedarme en el país, estaría participando en esta guerra ilegal de una forma u otra", declaró Sharonov. 

La gota que colmó el vaso llegó cuando recibió una orden preliminar para unirse a la guerra durante la campaña de movilización de Rusia del año pasado. "Cuando los oficiales de alistamiento militar vinieron a entregar una convocatoria militar a mi dirección, no me quedaba más que hacer que abandonar el país", dijo Sharonov. 

"Muchos funcionarios están en contra de la guerra pero están aterrorizados", dijo Sharonov. "Se levantan todas las mañanas y se convencen de que no tienen otra opción", agregó.

Además, el exmandatario se dio cuenta de que alguien le estaba tendiendo una trampa, ya que a los 48 años era demasiado mayor para ser movilizado de acuerdo con la ley rusa. Vinculó la notificación con Uyba quien, según él, había tratado de deshacerse de él enviándolo a Ucrania. 

Huida a EEUU

El exministro se negaba a luchar en la guerra de Putin, por lo que decidió huir del país y emigrar a los Estados Unidos, ya que en 1995 había estado en Vermont de intercambio.

Tras un largo viaje con paradas en Dubái y en Kirguistán, finalmente, Sharonov aterrizó en México, donde cruzó a pie la frontera con EEUU y solicitó asilo. 

Mientras esperaba la aceptación de su solicitud de asilo, el exministro comenzó a buscar formas de obtener ingresos: "Trabajar como camionero parecía la forma más sencilla de ganarse la vida", afirma, "pero no se trata realmente del salario. Se trata de sentirse libre. Es un trabajo honesto".

Sharonov dijo que había visitado 45 estados de EEUU en tan solo seis meses, describiendo en detalle la belleza de la costa oeste de California: "A veces se siente como una gran aventura, descubrir el país en el camino".

Mientras tanto, espera poder utilizar su experiencia para encontrar empleo dentro del sector agrícola. Entretanto, el camino sigue ante el capó de su camión. Su próxima parada: Alabama.