Agencias

La barcaza 'Bibby Stockholm' ha atracado este martes en Portland, una isla al sur de Inglaterra, para alojar a más de 500 solicitantes de asilo que actualmente se encuentran en el país o llegan a él a través del canal de la Mancha. La operación, que lleva un mes de retraso, se completará antes de que termine el mes de julio, y tiene como objetivo "poner fin a la entrada ilegal de inmigrantes a Reino Unido", según el primer ministro Rishi Sunak.

Los residentes de la embarcación de tres plantas y más de 200 camarotes permanecerán durante los próximos 18 meses encerrados en ella. Durante ese tiempo, el 'Bibby Stockholm' seguirá atracado de forma fija en el puerto de Portland.

"No pondremos los intereses de los inmigrantes ilegales por encima de los del pueblo británico al que hemos sido elegidos para servir", declaró el secretario de Estado de Inmigración, Robert Jenrick, cuando se hizo público el proyecto en abril. Jenrick enfatizó que el Gobierno británico utilice "opciones de alojamiento alternativas" frente a "hoteles caros".

El Gobierno asegura que se gasta seis millones de libras esterlinas al día ―6,8 millones de euros― en sufragar la acogida en hoteles actualmente para los solicitantes de asilo, por lo que busca otras medidas de ahorro entre las que también figura la utilización de bases militares en desuso.

En este sentido, ha afirmado que el objetivo es "evitar que Reino Unido se convierta en un imán" para quienes aprovecharse de los procedimientos de asilo. "Todos los alojamientos cumplirán con nuestras obligaciones legales", ha aclarado.

La barcaza Bibby Stockholm atracada en Portland (Dorset), este martes. Europa Press

El 'Bibby Stockholm', que tiene capacidad para 500 personas, estará operativo durante al menos 18 meses y permanecerá atracado en el puerto de forma fija. Según el Gobierno británico, proporcionará "alojamiento básico" a "hombres adultos solteros mientras se procesan sus solicitudes de asilo" y tendrá servicio de atención médica, cáterin, así como seguridad durante las 24 horas del día y los siete días de la semana.

El Gobierno del primer ministro, Rishi Sunak, ha afirmado que esta medida se ha llevado a cabo en el marco del proyecto de ley de migración, que busca "detener los cruces del canal de la Mancha poniendo fin a la entrada ilegal a Reino Unido y asegurando que aquellos que llegan ilegalmente sean expulsados rápidamente".

El principal objetivo del Ejecutivo británico es frenar el flujo migratorio en el canal de la Mancha, al que se atribuyeron en 2022 más de 45.000 llegadas de forma ilegal. Al menos 44 personas murieron en esta zona el año pasado.