La polémica racial continúa en Francia. Tras las protestas por la muerte de Nahel a manos de la policía francesa, se ha celebrado, pese a las prohibiciones una concentración con motivo del aniversario por la muerte, en 2016, de un joven negro.
Siete años después del fallecimiento de Adama Traoré bajo custodia policial, asociaciones antirracismo se habían planteado realizar una marcha conmemorativa en París que la policía, ante las tensiones de los últimos días, ha terminado por prohibir después de que un tribunal francés dictaminase la "alta probabilidad de disturbios públicos", por lo que se trasladarán a otras ciudades.
Tras esa decisión judicial, la prefectura de la policía francesa pidió en un comunicado a los organizadores que "respeten la decisión de la justicia" y no se concentraran en el lugar previsto.
Por lo que la marcha por Adama parecía haber quedado paralizada y más después de las palabras de su hermana mayor, Assa Traoré que había confirmado que no "marchará" pero sí acudiría a un mitin en la Place de la République.
La concentración ha reunido en torno a un millar de personas y a pesar de que las autoridades habían prohibido el acto, la policía no impidió su celebración, con la familia de Traoré rodeada de una nube de cámaras de televisión y reporteros gráficos, y se limitó a controlar a los asistentes.
Desde un banco y frente a diputados de La Francia Insumisa, Traoré ha pronunciado el discurso que prometía en la víspera: "Marchamos por los jóvenes, para denunciar la violencia policial. Queremos conocer la verdad de nuestros muertos". También ha tenido palabras contra la policía a la que ha acusado de "racista y violenta" y ha criticado que "permitimos la marcha de neonazis, pero no se nos permite marchar a nosotros. Francia no puede dar lecciones morales".
Tras el discurso y ante la enorme afluencia de gente que se dio cita en la plaza, los manifestantes decidieron marchar en dirección al Boulevard Magenta al grito de "Sin paz, no hay justicia", "somos todos antifascistas" y "Justicia para Nahel, justicia para Adama".
Una vez llegados a Gare de l'Est, Traoré se subió a una marquesina de autobús pidiendo a Francia "evolucionar al mismo tiempo que su gente" para más tarde pedir a los manifestantes "abandonar el lugar sin violencia y volver a casa".
Traoré, que tenía 24 años, murió poco después de su arresto en 2016, lo que provocó varias noches de disturbios que se desarrollaron de manera similar a lo sucedido una semana después del tiroteo a quemarropa de Nahel durante una parada de tráfico.
En un vídeo, Assa, aseguraba que con esta prohibición de marchar en el aniversario de su hermano "el Gobierno ha decidido echarle leña al fuego".
Nuevas marchas
Pese a estas prohibiciones, sí se han anunciado varias marchas a lo largo y ancho de Francia y el leit motiv será la violencia policial en el país.
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Cerca de 30 manifestaciones están planeadas en toda Francia este fin de semana en las ciudades de Lille, Marsella, Nantes y Estrasburgo.
Varios sindicatos, partidos políticos como La Francia Insumisa y asociaciones han pedido a sus simpatizantes que se unan a las marchas de "duelo y cólera" por la violencia policial y contra el racismo.
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Estas asociaciones y sindicatos llevan semanas pidiendo reformas policiales entre las que se incluyen la mejora de las tácticas policiales, el armamento y el uso de la fuerza.
Por parte del Gobierno de Macron, uno de sus portavoces, Olivier Veran, criticó a las organizaciones por convocar manifestaciones "en las principales ciudades que aún no se han recuperado de los disturbios" de los últimos días.
Mientras tanto, la tensión política y social crece porque los partidos de extrema derecha han relacionado los disturbios más intensos y generalizados vistos en el país desde 2005 con la migración masiva y han exigido restricciones a las nuevas llegadas.