Las autoridades impuestas por Rusia en la provincia de Jersón, en el sur de Ucrania, han empezado a vacunar en secreto contra el cólera ante el aumento de las infecciones tras las inundaciones provocadas por la voladura de la presa de Nova Kajovka, informó el Estado Mayor ucraniano.
"Se ha detectado un incremento en el número de casos de infecciones intestinales agudas en las temporalmente ocupadas Skadovsk y Genichesk, en la Jersón ocupada", dice el parte militar del Estado Mayor ucraniano emitido este miércoles. Los síntomas de las infecciones son propios del cólera, según la fuente.
"El así llamado poder ocupante no reconoce el aumento del número de casos, intenta esconder el deterioro de la situación sanitario-epidemiológica en la región y ha empezado una campaña de vacunación encubierta contra el cólera", explica el parte militar ucraniano.
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La región de Jersón está partida en dos por el río Dnipro. Rusia ocupa la orilla oriental y el Gobierno de Kiev controla la margen occidental.
Parte de la provincia de Jersón sufrió graves inundaciones el mes pasado como consecuencia de la destrucción de la presa de Nova Kajovka y de la central hidroeléctrica de la que forma parte la infraestructura, que estaba situada en territorio ocupado por Rusia.
El mes pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya alertó del riesgo potencial de que aparezcan casos de cólera en Ucrania por el desbordamiento de la presa de Kajovka. Para la OMS, la catástrofe ha causado una "devastación generalizada y sufrimiento humano".
La destrucción de la central hidroeléctrica y de la presa provocaron una catástrofe humanitaria y ecológica en la zona. Kiev acusa a Rusia de haber volado de forma premeditada la infraestructura para causar la inundación y entorpecer un posible avance ucraniano.