La presión combinada de Polonia y Estados Unidos ha obligado al Gobierno de Olaf Scholz a levantar su veto a la entrega a Ucrania de los tanques de fabricación alemana Leopard 2, que el Gobierno de Volodímir Zelenski considera imprescindibles para recuperar territorio ocupado por Rusia. El Gobierno de Varsovia había solicitado formalmente a Berlín que autorice la transferencia de sus propios Leopard. Por su parte, la Casa Blanca de Joe Biden se prepara para enviar a Ucrania carros de combate Abrams con el fin de dar cobertura a la decisión alemana.
Los anuncios de Varsovia y Washington se han sucedido este martes y han intensificado la presión sobre Scholz para despejar las dudas recurrentes que había expresado las últimas semanas. Al final, el canciller se ha visto forzado a rectificar. No sólo dará luz verde a Polonia para enviar sus tanques a Ucrania, sino que también enviará al menos una compañía de Leopard 2 en posesión de Alemania (es decir, alrededor de 14 carros de combate), según ha adelantado la revista Der Spiegel.
El penúltimo en dar un empujón a Berlín ha sido el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que a primera hora de la mañana del martes se reunía en Berlín con el nuevo ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius. "Los tanques de batalla son, por supuesto, importantes, tanto para poder repeler las nuevas ofensivas rusas como para que Ucrania pueda recuperar territorio para ganar y prevalecer como una nación soberana e independiente en Europa", alegaba el secretario general de la Alianza Atlántica.
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"Hemos tenido una buena discusión sobre el tema de los carros de combate alemanes, y confío en que pronto habrá una solución", ha dicho Stoltenberg en su rueda de prensa junto a Pistorius. El ministro alemán de Defensa decía a esa ahora que no había ninguna novedad sobre los Leopard.
"Las vacilaciones y la falta de claridad de Scholz están dañando la credibilidad de Alemania en Europa y en la OTAN. Este tipo de dudas son realmente contraproducentes para un canciller que quiere ser líder en materia de la política exterior y de seguridad de la UE", relata a EL ESPAÑOL Rafael Loss, investigador en el European Council on Foreing Relations. "El hecho de que el Gobierno polaco haya tenido que llegar al punto de presentar una petición formal muestra su grado de desconfianza y falta de entendimiento hacia lo que hace Berlín", apunta.
A primera hora de la mañana, Polonia había solicitado oficialmente autorización a Berlín para poder enviar sus Leopard 2 a Ucrania. Su primer ministro, Mateusz Morawiecki, avisó de que se saltaría cualquier intento de veto de Alemania y buscaría formar una "coalición más pequeña" de países voluntarios para asistir al Gobierno de Zelenski. "Polonia y el mundo libre no pueden permitirse no enviar tanques Leopard y armamento moderno a Ucrania. Sabemos que el apetito insaciable de Rusia de dominar y conquistar otros países es el auténtico y único peligro para la estabilidad, seguridad y paz en Europa", alega Morawiecki.
Pero ha sido la filtración por parte de la Casa Blanca de su intención de enviar también un "número significativo" de tanques Abrams la que ha acabado de doblegar a Scholz. Estados Unidos se había negado hasta ahora a suministrar estos tanques a Ucrania con el argumento de que son muy difíciles de mantener y de manejar. Pero Biden cambia ahora de posición como parte de un acuerdo global con Alemania, cuyo objetivo es frenar las divisiones que habían surgido en el bloque occidental sobre los tanques justo cuando está a punto de cumplirse un año de la guerra en Ucrania.
"Esto sugiere que Olaf Scholz estaba dudando sobre todo por las garantías que espera que le proporcione la decisión de Estados Unidos de suministrar también tanques Abrams. Unas garantías sobre todo políticas, pero también por lo que se refiere a la inquietud por una posible escalada de la guerra en Ucrania", explica Rafael Loss.
El riesgo de que Vladímir Putin intensifique la guerra en Ucrania como respuesta al envío de tanques pesados ha sido uno de los principales argumentos de Berlín para justificar su bloqueo. Una posición que no comparten el resto de aliados. "El argumento de la escalada no es válido porque Rusia sigue escalando. Para restaurar la paz en Europa debemos dar a Ucrania todo lo que sea necesario y posible, incluyendo también tanques de batalla", dijo este lunes el ministro de Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics.
Los aliados occidentales esperaban que Berlín levantara su veto durante la reunión celebrada el pasado viernes en la base militar de Ramstein. El 'no' de Scholz allí fue recibido con una mezcla sorpresa y shock entre el resto de socios, sobre todo por la falta de claridad de Alemania a la hora de explicar su posición.