No está siendo el mejor año para Reino Unido. Al fallecimiento de Isabel II, que reinó durante 70 años, se le suma la inestabilidad política y económica que corona la nación. Boris Johnson, primero, Liz Truss ligeramente después y ahora Rishi Sunak. El rol de primer ministro británico nunca había navegado entre tanta incertidumbre. Fuera de los grandes despachos y naves, son las huelgas las que amenazan con paralizar el país en pleno periodo festivo. Ambulancias, redes de transporte, sanitarios e incluso profesores reclaman mejoras salariales ante el alto coste de la vida en el país.
El movimiento de protesta copa los titulares británicos. El Gobierno conservador de Sunak parece reticente a discutir las mejoras salariales, una petición que diversos sectores han reclamado al primer ministro. Ante una inflación superior al 10%, la tensión social incrementa por minutos.
Preocupa, sobre todo, el jaque del sistema sanitario público (NHS). A la huelga de las ambulancias se suma la de los enfermeros y empleados de emergencias. A pesar de ello, Sunak defendió el pasado martes el actual mecanismo para fijar los salarios de los trabajadores del sector público.
Los consejos independientes para fijar los salarios "existen porque el sueldo es algo obviamente difícil de decidir y ellos tienen en consideración los diversos intereses en juego", argumentó el primer ministro conservador ante el Comité de Enlace de la Cámara de los Comunes.
"El Gobierno ha aceptado sus recomendaciones por completo, en todos los sectores, no solo en el sanitario. En muchos casos los aumentos estaban por encima de lo que inicialmente el Gobierno pensaba que era posible, más elevados en muchos casos de lo que se ofrece en el sector privado", agregó.
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Este colectivo, en huelga por primera vez desde que existe el sindicato -hace 100 años-, se ha convertido en un símbolo del encarecimiento del coste de vida.
"Dañan a los pacientes"
Está previsto que unos 10.000 trabajadores de ambulancias paren entre el 21 y el 28 de diciembre para reivindicar mejores salariales. Su paro se unirá al convocado por el sindicato de enfermeras, RCN, el 20 de diciembre. Éstas han dado a Sunak un ultimátum de 48 horas para revertir la situación. De no cumplir con lo deseado, iniciarán una nueva huelga.
Un órgano independiente de la sanidad pública había recomendado un incremento salarial del 4,75% para los enfermeros, si bien el sindicato que representa a ese colectivo pide un aumento del 19% que el Gobierno hasta ahora ha rehusado negociar.
Según el Daily Telegraph, el ministro de Sanidad británico, Steve Barclay, ha acusado a los sindicatos sanitarios de "hacer daño a los pacientes conscientemente", unas declaraciones que consideran "insultantes" para el personal del sistema público de salud.
"Admito que es una situación difícil. Es difícil para todo el mundo, porque la inflación está donde está, y el mejor modo de ayudarles a ellos y a todos los demás en este país es tratar de reducir la inflación tan rápido como sea posible", agregó.
Sin ambulancias ni trenes
Otro colectivo que reclama mejoras salariales es el de los trabajadores ferroviarios. Los empleados de las compañías CrossCountry, Great Western Railway y West Midlands Trains irán a la huelga entre el 26 y 29 de diciembre por un conflicto, no sólo salarial, también de seguridad laboral. Los servicios en el centro y suroeste de Inglaterra se paralizarán al completo.
Mientras, los agentes de la Fuerza de Fronteras interrumpirán su trabajo durante ocho días, del 23 al 31 de diciembre, lo que podría producir importantes alteraciones en los viajes durante la Navidad.
Ante este escenario, el Gobierno británico ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que eviten viajar si no es imprescindible y se replanteen sus vacaciones "porque es posible que sea vea afectados". "Si se llevan a cabo todas estas huelgas, innegablemente habrá un trastorno grave para los miles de personas que tengan planes de viaje", ha afirmado la ministra del Interior, Suella Braverman.
"Es muy lamentable que hayan tomado la decisión de hacer huelga en momentos críticos de antes y después de la Navidad y el Año Nuevo", ha señalado.