Las presiones de la Administración Biden surten efecto. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, suaviza ahora sus exigencias para sentarse a negociar con Rusia el fin de la guerra y ya no pediría la destitución de Vladímir Putin.
Según informa el diario ucraniano Kyiv Post, Estados Unidos ha logrado que Zelenski flexibilice sus condiciones a la hora de negociar la paz con Rusia. El pasado 6 de diciembre el presidente de Ucrania afirmó que estaba abierto a "conversaciones genuinas" con Rusia pero impuso requisitos.
Algunos de ellos eran el restablecimiento de la integridad territorial de Ucrania, el castigo de los crímenes de guerra y las reparaciones. Sin embargo, y a diferencia de discursos anteriores, Zelenski omitió que Putin debe ser destituido antes de negociar.
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Este cambio en la estrategia de Ucrania se produce después de "días de negociaciones entre Kiev y Washington" que incluyeron una reunión la pasada semana del asesor de seguridad nacional de EEUU, Jake Sullivan, con Zelenski en la capital ucraniana.
Tal y como publica Kyiv Post, un funcionario de la administración ucraniana reconoce que, si bien EEUU no pidió directamente a Zelenski y sus aliados que cambiara de postura, sí le transmitieron a Kiev que debe demostrar "más entusiasmo por poner fin al conflicto de manera amistosa y sensata". "La idea es mostrar al escenario internacional, una vez más, que Ucrania, y no Rusia, es la parte que busca la paz", añade esta fuente.
"Eso no significa que deban ir a la mesa de negociaciones ahora mismo. Ni siquiera creemos que ahora sea el momento adecuado en función de lo que está haciendo Rusia. Pero deben mostrar voluntad de resolver el conflicto porque nadie está más interesado en que acabe este conflicto que Ucrania", ha añadido este funcionario.
"Fatiga" por la invasión
Esta información de Kyiv Post llega sólo unos días después de que The Washington Post revelara que la diplomacia de EEUU había pedido en privado al Gobierno de Zelenski que deje la puerta abierta a negociar un acuerdo de paz con Rusia para convencer a los países aliados de que la guerra en Ucrania no se está enquistando y que hay opción de salida.
Según publicaba el pasado domingo el diario estadounidense, la "fatiga" sobre la invasión en Ucrania "es una realidad para algunos socios" de Estados Unidos. Fuentes próximas a la negociación han revelado que han recomendado a Zelenski que no rechace por norma las ofertas rusas de negociación.
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Estas fuentes hablan de un "intento calculado" por parte de EEUU para garantizar a Kiev el respaldo de gobierno cuyos electorados comienzan a estar cansados del conflicto y de las consecuencias económicas que comporta. Y, por extensión, del envío de material militar, un gasto muy costoso en plena crisis.
"Algunos de los países del G7 que han pedido una paz justa y negociada ven un posible punto de inflexión si las fuerzas ucranianas se acercan a Crimea", según las fuentes del diario.
Sin embargo, y a pesar de este movimiento, el Gobierno de Joe Biden le ha trasladado a Kiev de que ninguna de las ofertas de Vladímir Putin para negociar la paz tienen credibilidad porque sus demandas son exageradas ya que, prácticamente, exige una rendición total e incondicional y el reconocimiento de la soberanía rusa sobre los territorios ucranianos que se ha anexionado.
Negociación en invierno
Esta petición de Estados Unidos choca totalmente con las declaraciones de Zelenski del pasado septiembre tras las anexiones rusas cuando declaró "imposible" negociar con su homólogo ruso. "Negociaremos con el nuevo presidente", manifestó en un discurso, rechazando así la figura de Vladímir Putin.
A pesar de este cerrojazo del presidente ucraniano, los responsables estadounidenses consultados por The Washington Post no descartan la posibilidad de que Zelenski respalde la posibilidad de una reapertura de las negociaciones una vez llegado el invierno, cuando las bajas temperaturas prácticamente imposibiliten los combates y se abra una ventana a la diplomacia.