Moscú ha sufrido una humillante derrota militar este sábado cuando las tropas ucranianas liberaron la ciudad oriental clave de Limán, con vídeos en los que se muestran quitando una bandera rusa de lo alto de un letrero y tirándola al suelo para luego ser pisoteada.
También hay otro vídeo en las que se ve a izando una bandera nacional azul y amarilla y realizando un baile de la victoria en la línea fronteriza de Limán. Las redes sociales han vuelto a jugar un papel determinante a la hora de visibilizar la guerra y ser testigo del avance de los hombres de Zelenski durante las últimas semanas.
El Ministerio de Defensa de Rusia admitió que sus soldados se habían retirado. Habían sido "retirados a líneas más ventajosas" después de que las fuerzas ucranianas los rodearan.
La debacle ha llegado horas después de que Putin anunciara el viernes pasado que la ciudad, que forma parte de la región de Donetsk, era "para siempre" de Rusia. En una ceremonia en el Kremlin anunció la anexión de la provincia de Donetsk, junto con los territorios de Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
En Telegram, Kadírov pidió al Kremlin que considerara el uso de un "arma nuclear de bajo rendimiento" a raíz del revés en Limán. Preguntó sarcásticamente qué ciudades podría perder Rusia a continuación y agregó: "Todo estaría bien si no fuera tan malo".
En la mañana del sábado, las tropas ucranianas dijeron que habían rodeado completamente la ciudad, atrapando a más de 5.000 soldados rusos dentro. El gobernador de la provincia de Lugansk, Serhiy Haidai, dijo que las tropas sitiadas habían suplicado el viernes que se les permitiera salir de Limán, pero sus comandantes se negaron. Las imágenes de drones ucranianos del viernes mostraron una columna de vehículos que se dirigían al oeste, junto con vehículos civiles.
[Rusia abandona Limán tras el cerco ucraniano, un día después de que Putin firmara su anexión]
La debacle del Kremlin en Limán siguió a una serie de avances de las fuerzas ucranianas. El mes pasado liberaron casi por completo la región nororiental de Jarkóv. El sábado, su gobernador, Oleh Synyehubov, aseguró que Rusia había bombardeado un convoy de evacuación civil, matando a 20 personas.
El ataque parece haber ocurrido hace varios días. Según los informes, entre las víctimas había varios niños. Las imágenes mostraron cuerpos desplomados en automóviles y los esqueletos de dos pasajeros sentados en los asientos delanteros que parecen haber sido incinerados. Synyehubov aseveró que Moscú era culpable de "crueldad que no puede justificarse".
El jueves, las tropas rusas atacaron otro convoy que esperaba para ingresar al territorio controlado por Rusia en Zaporiyia, matando a 30 civiles, incluidos dos niños, e hiriendo a decenas.
Avance exprés
En los últimos días, los batallones ucranianos se adentraron más en el territorio ocupado los alrededores de Limán. El sábado las defensas de Rusia se derrumbaron. No estaba claro cuántos vehículos blindados rusos lograron escapar.
El rápido colapso de las fuerzas rusas en Limán abre la posibilidad de más victorias ucranianas. Los batallones ucranianos pueden avanzar hacia el norte, hacia la ciudad de Svatove, o hacia el este, hacia Kreminna, según el gobernador de Lugansk. Más allá hay un grupo de ciudades que Rusia tomó durante el verano después de largas batallas: Sievierodonetsk, Rubizhne y Lysychansk.
En su ofensiva en la región de Jarkóv, el comando de Ucrania capturó docenas de vehículos blindados dejados atrás por los rusos que huían, incluidos tanques T-90, camiones de combustible y morteros. No estaba claro cuánto equipo ruso había quedado atrás en Lyman.