La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha afirmado este martes a última hora de la noche que las explosiones de los oleoductos Nord Stream fueron provocadas por sabotaje y ha anunciado que dará la "respuesta más fuerte posible" en caso de que se produzca "cualquier ataque la infraestructura energética europea".
"He hablado con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, acerca de la acción de sabotaje de Nordstream", ha escrito Von der Leyen en su cuenta oficial de Twitter, y ha añadido que ahora es primordial investigar los incidentes para "saber con seguridad qué es lo que ha ocurrido y por qué".
"Cualquier interrupción deliberada de la infraestructura energética europea activa es inaceptable y conducirá a la respuesta más fuerte posible", advierte en su mensaje.
La presidenta del Ejecutivo comunitario ha hecho estas declaraciones tras hablar por teléfono con la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, cuyo gobierno (al igual que el de Suecia) ha señalado que las fugas detectadas en esos gasoductos que unen Rusia con Alemania son fruto de "actos deliberados".
"La clara valoración de las autoridades es que se trata de un acto intencionado y no de un accidente", había señalado previamente Frederiksen en rueda de prensa.
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Su homóloga sueca, Magdalena Andersson, en otra comparecencia en Estocolmo, indicó que "probablemente" lo ocurrido obedezca a un "sabotaje".
Ninguna de las dos quiso especular sobre el posible motivo ni sobre la autoría y ambas resaltaron la gravedad del incidente, que se ha producido cerca de su territorio pero fuera de sus fronteras. Tampoco Von der Leyen ha querido señalar a ningún responsable.
También la OTAN, Rusia, Estados Unidos y Alemania han evitado hacer conjeturas hasta obtener más información sobre lo ocurrido.
El peligro que supone
Las autoridades danesas han declarado la emergencia en el sector energético y gasístico ya que estas fugas de gas son "muy peligrosas para el tráfico marítimo y aéreo".
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Dinamarca ha pedido a los barcos que se mantengan alejados y a una distancia de un radio de cinco millas náuticas frente a la isla de Bornholm, en el mar Báltico. Y ha prohibido a los aviones sobrevolar la zona.
"Es algo inusual y me gustaría decir que nosotros, como parte del Gobierno y las autoridades, nos lo tomamos muy en serio", ha señalado la primera ministra danesa.
El asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, ha ido más allá y ha acusado a Rusia de perpetrar "un ataque terrorista planeado". Según él, con este "acto de agresión", Rusia quiere "desestabilizar la situación económica" en Europa y "provocar el pánico antes del invierno". La "mejor respuesta", a su juicio, pasa por enviar más ayuda militar a Ucrania.
Desde Rusia, que construyó la red gasísitca, no descartan tampoco el sabotaje. "No se puede descartar ninguna versión", ha dicho el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. "Estamos muy alarmados", ha añadido.