Los presidentes de Francia y Ucrania, Emmanuel Macron y Volodímir Zelenski, han insistido este sábado en que se garantice la seguridad de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la más grande de Europa.
El último reactor que seguía en funcionamiento fue desactivado el pasado lunes ante la sucesión de bombardeos en las proximidades, que han continuado en los últimos días.
El director general de la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) -la agencia nuclear de la ONU-, Rafael Grossi, hizo este viernes una dramática advertencia sobre un posible accidente en esa planta, ocupada por Rusia, después de que un bombardeo cortó la noche anterior la conexión eléctrica exterior con la central.
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En su conversación de este sábado, Macron y Zelenski han considerado "muy preocupante" la situación en Zaporiyia, según indicó una fuente del Elíseo, y subrayaron su apoyo al trabajó del OIEA.
También han recalcado la exigencia de la retirada de las tropas rusas de la zona para garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares.
Además, Macron ha preguntado a Zelenski sobre la situación del frente de guerra, después de los importantes avances de las tropas ucranianas de los últimos días en zonas hasta ahora controladas por las tropas rusas en el área al este de Jersón.