La televisión finlandesa Yle ya lo había adelantado la semana pasada: Rusia está quemando gas natural justo en la frontera con el país nórdico y la columna de humo es visible desde el otro lado de la línea.
Ahora, es la NASA quien ha confirmado con unas imágenes de satélite cómo está ardiendo esta preciada energía que lleva de cabeza a la UE después de que Putin anunciara cortes y que los países europeos se estén preparando para asumir las restricciones de la mejor manera posible.
Estas imágenes muestran cómo las llamas vienen de las instalaciones de la estación de Portova, perteneciente a Gazprom, desde mitad del mes de junio, días después de que se recortara de forma tajante la venta de gas a Europa.
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Esta instalación es, justamente, uno de los puntos de partida del gaseoducto Nord Stream 1, uno de los lugares donde se comprime el gas para ser trasladado por el gaseoducto hasta Lubmin, en Alemania.
Algunos expertos auguran que esta quema supone que Rusia está teniendo problemas para almacenar todo el gas que está extrayendo y que está quemando cantidades que en otras circunstancias se comercializarían en Europa. Sin embargo, otros advierten de que podría tratarse de un fallo en la instalación.
Por su parte, el ministro de Energía de Ucrania, Herman Galushchenko, lo tiene mucho más claro y ha asegurado en Facebook que estas imágenes demuestran que las sanciones impuestas al Kremlin funcionan puesto que "en lugar de ganar miles de millones de euros con los suministros, los rusos se ven obligados a simplemente quemar el gas extraído en el aire. Los chantajistas ya están sintiendo el daño y el período de tiempo en el que aún pueden dictar sus términos está disminuyendo rápidamente".