Giorgia Meloni, la posfascista de padre 'comunista' que podría gobernar Italia en otoño
De ganar las próximas elecciones generales el próximo 25 de septiembre, sería la primera mujer en convertirse en jefa del Ejecutivo italiano.
24 julio, 2022 02:04Es pronunciar su nombre y, en el imaginario colectivo transalpino, es sinónimo de dureza, de intransigencia: frente a los partidos tradicionales, frente a los inmigrantes, frente a la Unión Europea. Giorgia Meloni (Roma, 1977), líder del partido ultraderechista Hermanos de Italia (HDI), atendiendo a los principales sondeos del país, tiene todas las papeletas para convertirse en la próxima inquilina del Palacio Chigi, sede del Gobierno italiano.
Es la gran favorita, pero preocupa el estilo agresivo de su propaganda y el componente posfascista de su historial político. Hasta el punto de que ella misma, en una entrevista concedida el sábado al diario italiano La Stampa, admite haberse "equivocado" en el tono que utilizó durante el mitin de apoyo a Vox en la campaña de las elecciones andaluzas.
De ganar las próximas elecciones generales el próximo 25 de septiembre, sería la primera mujer en convertirse en jefa del Ejecutivo italiano. El problema, sin embargo, es que si la coalición formada por Meloni, Salvini y Berlusconi arrasara en las urnas dentro de dos meses; Italia observaría la llegada del Gobierno más de derecha de su historia republicana.
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Meloni lleva mucho tiempo ganando terreno en la propia derecha italiana, hasta el punto que, actualmente, su partido es el que hoy encabeza las encuestas. Pero Meloni ha vuelto a la primera línea de la política italiana estos días por la dimisión del todavía primer ministro, Mario Draghi, tras la crisis de Gobierno desatada por el Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Giuseppe Conte y la rocambolesca moción de confianza en el Senado el pasado miércoles.
Salvini y Berlusconi, socios de Draghi, le han dado la espalda al expresidente del Banco Central Europeo (BCE) empujando al jefe del Estado, el presidente de la República Sergio Mattarella, a convocar un adelanto electoral. Draghi, mientras tanto, seguirá en funciones hasta la designación del nuevo sucesor, previsiblemente, entre finales de septiembre y principios de octubre.
Política y periodista, Giorgia Meloni se define "soberanista, nacionalista, cristiana y madre", un mensaje que hasta ahora le ha funcionado entre los votantes desencantados con el estilo más bien gubernamental de Salvini del último año y medio. Crecida en el popular barrio de Garbatella en Roma, tras una adolescencia complicada por la marcha de su padre - "comunista", según ella - a Canarias para vivir con otra mujer; para llevarle la contraria Giorgia decidió afiliarse a la derecha italiana.
Desde muy joven, entró a formar parte de las filas del partido posfascista Movimiento Sociale Italiano (MSI), luego refundado bajo el nombre de Alianza Nacional (AN), hasta que ella misma, en 2013, se encargó de crear Hermanos de Italia (HDI) recogiendo el legado político de los partidos anteriores. Con 29 años fue la mujer más joven en asumir el cargo de vicepresidenta de la Cámara Baja y con 31 años, fue la persona más joven de un Gobierno en la historia de la Italia republicana, dentro del último Ejecutivo de Silvio Berlusconi.
Actualmente, además de ser la líder de Hermanos de Italia (HDI), es la presidenta del Partido de los Conservadores Europeos (ECR). ¿Cuál es la fuerza política de Meloni?
El elemento crucial, desde que es líder de Hermanos de Italia (HDI), es que la líder derechista siempre ha estado en la oposición, incluso durante la etapa del Ejecutivo de unidad nacional de Mario Draghi que, desde febrero de 2021 hasta la actualidad, ha englobado tanto a la derecha populista de Salvini como a la izquierda europeísta de Enrico Letta. El otro factor clave es el desgaste político: más concretamente, el que va en detrimento de su compañero derechista, el líder de la Liga, Matteo Salvini.
En los últimos años, el jefe leguista no ha hecho otra cosa más que acumular consensos: en verano de 2019, siendo ministro del Interior, Salvini gozaba de más del 34% en los sondeos. Pero en los últimos dos años Giorgia Meloni, de tener el 4% en las últimas generales, poco a poco ha ido comiéndole terreno al jefe de la Liga, hasta adelantarlo por la propia derecha, disfrutando hoy del 22% en los últimos sondeos.
Salvini, con un 14%, está en horas bajas. ¿Se puede hablar de riesgo fascista real en Italia ante la posibilidad de que Giorgia Meloni pueda convertirse en primera ministra? No. Distinto es que Meloni, efectivamente, lleva años elevando el tono de su propaganda para que ésta tenga aún más fuerza respecto a la de la Liga de Salvini; y que su ambigüedad, cuando se trata de fascismo, tiene el objetivo de ganarse el apoyo de los sectores más extremistas del país.
Sin embargo, cuando el pasado octubre el principal sindicato del país, CGIL, fue asaltado en su sede principal en Roma por grupos de manifestantes neofascistas; Giorgia Meloni se vio obligada, por las circunstancias, a desmarcarse y subrayó su condena a todo tipo de violencia. También la procedente de movimientos de extrema derecha.
Ante la dimisión de Draghi y la convocatoria de elecciones generales anticipadas, Giorgia Meloni habla ya como una de las favoritas.
La entrevista concedida al periódico italiano La Stampa ha dado forma a sus intenciones para presidir el Gobierno italiano. En un clima en el que la Liga de Salvini ha tenido contactos en el pasado con la Rusia de Putin y donde Berlusconi es un amigo histórico del líder del Kremlin; Meloni ha hablado de la guerra en Ucrania confirmando su postura atlantista: "Si Italia no continúa enviado armas a Ucrania, Occidente seguirá haciéndolo y nos considerarán un país poco serio y el problema será nuestro".
Si Meloni gobernara Italia, asegura que la política exterior de su país no se vería afectada: “Sería la misma de hoy, para mí es una condición”. En la entrevista publicada en el mencionado diario Meloni admite haberse “equivocado” durante el mitin de apoyo a Vox en Andalucía: “Cuando volví a ver el discurso que di, no me gustó lo que vi. Cuando estoy cansada, me pasa que no consigo modular el tono apasionado para que no sea agresivo”.
Meloni ganaría las elecciones
Y añade: “Cambiaría el tono, pero no el contenido. Pero es cierto que cuando se dicen cosas con determinación hay que decirlas de otra manera”. Atendiendo a la última media de sondeos realizada en el país por el centro de análisis de encuestas YouTrend, a día de hoy Hermanos de Italia (HDI) de Giorgia Meloni obtendría una media del 22,8% de los votos, seguido del Partido Democrático (PD) de Enrico Letta (22,1%), la Liga de Matteo Salvini (14,4%), el Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Giuseppe Conte (10,8%) y Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi (8,4%).
Con este panorama, la coalición derechista formada por Meloni, Salvini y Berlusconi sería, con unos 10 puntos de diferencia respecto a la coalición de izquierda, el bloque capaz de rozar la mayoría absoluta y lograr gobernar el país desde el Palacio Chigi. Meloni, Salvini y Berlusconi: tres figuras de primer orden del conservadurismo a la italiana.
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¿Quién será finalmente primer ministro italiano? La regla no escrita, en el seno de la coalición derechista, es que quien obtenga más votos tiene el derecho moral de poder presentarse a los ojos del jefe del Estado, el presidente de la República, como posible candidato a presidente del Ejecutivo transalpino.
Si la situación retratada en los sondeos se tradujera tal cual en las urnas, Giorgia Meloni tendría la prioridad para recibir el encargo de formar Gobierno de la mano de Sergio Mattarella. Éstas y otras cuestiones se debatirán a partir de esta misma semana, en la que Meloni, Salvini y Berlusconi celebrarán la primera gran cumbre de la coalición de derecha, que definirá el destino de los conservadores para las próximas elecciones.
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En los últimos días circula, entre los expertos italianos, la posibilidad de que Meloni, aun ganando las elecciones el 25 de septiembre, prefiera igualmente ser tan sólo la socia mayoritaria del próximo Ejecutivo italiano, apostando por un candidato a primer ministro que no ha ganado en las urnas, tal como permite el sistema parlamentario de la República Italiana. Y como lleva ocurriendo en los últimos 11 años: Mario Monti (2011), Enrico Letta (2013), Matteo Renzi (2014), Paolo Gentiloni (2016), Giuseppe Conte (2018, 2019) y Mario Draghi (2021). En algo más de dos meses, ante una eventual victoria electoral, Giorgia Meloni podría apostar por la opción de un primer ministro “externo” para continuar su propaganda incluso dentro del Gobierno.
El problema, sin embargo, es que la líder de Hermanos de Italia (HDI) lleva años pidiendo elecciones adelantadas precisamente para que “sean los italianos los que escojan a su primer ministro, elegido de las urnas”. Antes o después, como todo político bajo los focos, Meloni tendrá que gobernar, elegir y entrar en contradicciones.
No es posible la oposición permanente. Y menos como inquilina del Palacio Chigi.