Ucrania avanza hacia la casilla de salida: su entrada en la Unión Europea aún tardará años
Portugal o Países Bajos todavía se resisten a conceder a Ucrania el estatus de país candidato, que se decidirá en la cumbre de la semana que viene.
17 junio, 2022 03:38"Apoyamos el estatus de candidato inmediato a la adhesión a la Unión Europea para Ucrania". Con este mensaje de enorme peso simbólico se han presentado este jueves en Kiev los líderes de las tres grandes potencias europeas: el francés Emmanuel Macron, el italiano Mario Draghi y el alemán Olaf Scholz. Un anuncio que en la práctica tiene muy pocos efectos prácticos y que no crea ninguna obligación legal o financiera para Bruselas. El propio Macron admite que la entrada de Ucrania como miembro de pleno derecho del club tardará "décadas".
La primera visita de los tres líderes al presidente Volodímir Zelenski desde el estallido de la guerra llega tarde: la mayoría de líderes europeos ya han pasado por la capital ucraniana. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, lo ha hecho dos veces. Pero es cierto que el mensaje tiene un enorme valor político para Zelenski, que ha convertido la adhesión a la UE en uno de los emblemas en su lucha contra el Kremlin.
"El mensaje más importante es que Italia quiere a Ucrania dentro de la UE", ha proclamado Draghi. Y es particularmente significativo por el vuelco en la posición de Francia y Alemania, que hasta hace nada tenían muchas dudas en aceptar la candidatura de Kiev. "Ucrania forma parte de la familia europea", asegura ahora Scholz.
[La concesión a Ucrania del estatus de candidato a la entrada divide a la Unión Europea]
De los tres, Draghi es el único que ha apoyado desde el principio la candidatura de Ucrania ¿Por qué han dado este paso Macron y Scholz? Los líderes de Francia y Alemania han recibido fuertes críticas de Polonia y los países bálticos por su supuesta tibieza hacia Vladímir Putin y sus dudas a la hora de enviar armas a Kiev. En particular, se les censura por mantener abiertos los canales de diálogo con el presidente ruso. "Nadie negoció con Hitler", ha denunciado el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
Zelenski llegó a vetar la visita del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, por su cercanía a Moscú en el pasado. Su saludo a Scholz en Kiev ha sido el más frío de los tres. Y eso pese a que el canciller se ha comprometido a seguir apoyando a Ucrania con el envío de armamento "todo el tiempo que sea necesario".
"Pueden ustedes contar con la fraternidad de Europa para lograr que Ucrania siga siendo libre", subraya por su parte el presidente francés. En los últimos días, Macron ha dicho varias veces que no hay que "humillar a Rusia". Unas declaraciones que han sido rechazadas tanto por los países del Este de la UE como por el propio ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba.
"Macron está endureciendo su retórica en público por las críticas. Pero sigue convencido de que, en algún momento, será posible negociar con Rusia en términos que Kiev pueda aceptar. El argumento alternativo -que la guerra debe continuar hasta que Rusia sea aplastada- lo considera peligroso", explica Mujtaba Rahman, analista del think tank Eurasia Group.
La siguiente etapa en las aspiraciones europeas de Ucrania tendrá lugar este mismo viernes. La Comisión Europea publica su dictamen sobre si Kiev cumple los requisitos exigidos para convertise en país candidato (los llamados criterios de Copenhage). Pese a que se trata de un país en guerra con parte de su territorio ocupado por Rusia, el veredicto de Bruselas es positivo. Eso sí, Ursula von der Leyen reclama a Kiev acelerar las reformas en materia de consolidación del Estado de derecho y lucha contra la corrupción.
En su comparecencia con los líderes europeos en Kiev, Zelenski se ha declarado dispuesto a trabajar todo lo que sea necesario para convertirse en miembro de pleno derecho de la Unión Europea. Pese al impulso que supone el apoyo de Francia, Italia y Alemania, la decisión final debe ser adoptada por unanimidad por los líderes de los 27 en la cumbre que se celebra en Bruselas los días 23 y 24 de junio. Y todavía hay países que se oponen, entre los que destacan Portugal y Holanda.
"Mi prioridad es obtener en el próximo Consejo Europeo un compromiso claro sobre el apoyo urgente y construir una plataforma a largo plazo para la recuperacion de Ucrania", ha explicado el primer ministro portugués, António Costa, en una entrevista al diario Financial Times.
"Para este apoyo claro e inmediato, no necesitamos abrir en este momento unas negociaciones o un procedimiento que costará muchos años. Macron dice décadas, yo no digo décadas, pero ciertamente mucho mucho tiempo. El gran riesgo es crear expectativas falsas que se conviertan en una amarga decepción. Menos debates legales y más soluciones prácticas", argumenta Costa.
"Incluso si concedemos mañana (a Ucrania) el estatus de candidato para acceder a nuestra Unión Europea, todos sabemos perfectamente que el proceso que les permitiría adherise costará en realidad varios años, y más probablemente varias décadas. Esta es la verdad, a menos que decidamos rebajar los estándares de esta adhesión y repensar por completo la unidad de nuestra Europa", aseguró el presidente francés en un discurso en Estrasburgo el pasado 10 de mayo.
Las negociaciones de adhesión son un proceso largo y complejo que incluye un total de 35 capítulos. Entre ellos transporte, agricultura, energía, política económica y monetaria o judicatura y derechos fundamentales.
Ahora mismo son candidatos a entrar en la UE Turquía (que obtuvo el estatus en 1999) Macedonia del Norte (2005), Montenegro (2010), Serbia (2012) y Albania (2014). En Bruselas preocupa el sentimiento de injusticia que podría provocar en todos ellos que Ucrania les adelante.
"El estatus de candidato para Ucrania debe ir acompañado de una hoja de ruta e implicará también que se tenga en cuenta la situación de los Balcanes y de la vecindad, en particular Moldavia", ha dicho Macron en Kiev.
Para dar cobijo a todos ellos, el presidente francés propone crear una comunidad política europea, más grande que la UE, que daría cobijo a Ucrania pero también a países que se han marchado como Reino Unido. Estos países se beneficiarían de algunas políticas europeas, pero sin voz ni voto en la toma de decisiones. Una alternativa que tampoco gusta a Kiev, que lo considera una especie de segunda división.