Cuarenta días de guerra. Cuarenta días de atrocidades. Hemos visto miles de muertos a lo largo de estas cinco semanas. Pero la matanza de civiles ucranianos por parte de las tropas rusas en Bucha y las imágenes que se han difundido este fin de semana han puesto a prueba los límites del horror. Abusos, ejecuciones sumarias, cadáveres en las calles, muertos amontonados en fosas comunes... y la mayor parte de ellos ni siquiera eran combatientes, sino ciudadanos normales y corrientes.
La noticia provocó la reacción inmediata de los líderes de medio mundo y especialmente de la Unión Europea (UE), que enseguida condenó los hechos y prometió nuevas sanciones contra Rusia. El Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se declaró "en shock por las noticias de las atrocidades cometidas por las fuerzas rusas" y dijo que la UE está "prestando asistencia a Ucrania para documentar crímenes de guerra".
"Todos los casos deben ser perseguidos, en particular por la Corte Internacional de Justicia", escribió Borrell en su cuenta oficial de Twitter, y añadió que la UE "continuará con su fuerte apoyo a Ucrania".
Eso fue el domingo, pero este lunes han seguido apareciendo cadáveres en Bucha. Una zanja de 14 metros de largo en los terrenos de la iglesia de San Andrés y Pyervozvannoho de todos los Santos, en la ciudad de Bucha, ha sido una de las últimas imágenes del horror de la guerra de Ucrania.
En esta fosa común las autoridades ucranianas han encontrado al menos 280 cuerpos enterrados. Bucha, asediada y bombardeada durante semanas, está prácticamente destruida.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visitó este lunes Bucha, mientras las autoridades rusas mantienen que las imágenes de las "atrocidades" cometidas cerca de Kiev son un mero "montaje".
"Tenemos que poder mostrar al mundo lo que ha ocurrido aquí, lo que han hecho las fuerzas rusas. Haremos que los responsables sean castigados. Todos los días encontramos casos como éste, esto es un genocidio", aseguró Zelenski, dirigiéndose a la prensa internacional.
Las autoridades ucranianas cifraron en 340 los cadáveres ya enterrados en Bucha, ciudad que los soldados rusos abandonaron el 30 de marzo después de cometer ejecuciones sumarias, según denuncia la ONG Human Rights Watch (HRW).
Rusia lo niega
El Kremlin rechaza "categóricamente todas las acusaciones" y pide a los líderes occidentales no se precipiten a la hora de realizar "acusaciones gratuitas". "Como mínimo, que escuchen nuestros argumentos", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, este lunes en su rueda de prensa diaria.
Fue más lejos todavía el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien calificó la supuesta matanza de Bucha de "nuevo ataque con noticias falsas" contra Moscú, "montaje" supuestamente cometido justo después de que los soldados rusos abandonaran esa ciudad.
"Después de varios días se montó una escenificación que los representantes de Ucrania y sus patrocinadores occidentales muestran por todos los canales y las redes sociales", señaló. Lavrov considera que "dichas provocaciones son una amenaza para la paz y seguridad", por lo que Moscú ha convocado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
Mientras el Reino Unido, que preside el Consejo, rechazó la solicitud rusa. Ucrania también ha pedido a la ONU que aborde la matanza de civiles y exigió la renuncia inmediata del embajador ruso. Al respecto, el secretario general, António Guterres, reclamó una "investigación independiente" que desemboque en una "rendición de cuentas efectiva".
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha exigido "obtener todos los detalles para que pueda haber un juicio por crímenes de guerra". "Este tipo es brutal y lo que está ocurriendo en Bucha es indignante. Recordarán que me criticaron por llamar criminal de guerra a Putin. Lo cierto es que todos ustedes han visto lo que ha pasado en Bucha. Eso lo justifica, él es un criminal de guerra, pero tenemos que recopilar la información", subrayó.
En la misma línea, el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que es partidario de un nuevo paquete de sanciones contra Rusia tras lo ocurrido en Bucha, que calificó de "crimen de guerra". "En particular con el carbón y el petróleo tenemos que actuar", afirmó Macron este lunes en una entrevista en la emisora de radio France Inter.
Preguntado sobre si Putin tendrá que responder ante un tribunal de lo ocurrido en esa ciudad al norte de Kiev, explicó que "las escenas son insostenibles", que "hay indicios muy claros de crímenes de guerra" y que "no habrá paz sin justicia".
A su vez, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmaba el lunes un decreto que restringe la concesión de visados a los países de la Unión Europa (UE), además de a Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein, por sus "acciones inamistosas" contra Rusia.
Las medidas de represalia adoptadas por Moscú afectarán a delegaciones oficiales y periodistas, mientras los diplomáticos ya no podrán acceder a territorio ruso sin visado.
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