Tras una semana de intensa diplomacia en Ginebra, Bruselas y Viena, Rusia da por fracasado el diálogo con Estados Unidos y la OTAN para resolver la crisis en Ucrania. El Kremlin no ve sentido a seguir negociando porque el bloque occidental ya ha rechazado sus principales reivindicaciones y avisa de un "inevitable deterioro de la situación de seguridad" en Europa. Moscú ha acumulado 100.000 soldados en la frontera con Ucrania y los aliados temen que invada el país.
El acto final de las negociaciones ha tenido lugar este jueves durante el Consejo Permanente de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE), que ha reunido a representantes de los 57 Estados miembros en Viena. Por primera vez estaba presente Ucrania en la mesa de diálogo. El lunes, Estados Unidos y Rusia se enfrentaron cara a cara en Ginebra y el miércoles se celebró el Consejo OTAN-Rusia en Bruselas.
"Parece que el riesgo de guerra en el territorio de la OSCE es ahora más grande que nunca en los últimos 30 años", ha dicho el ministro de Exteriores de Polonia, Zbigniew Rau, que ocupa la presidencia rotatoria de esta institución. "Desde hace varias semanas nos enfrentamos a la perspectiva de una gran escalada militar en Europa del Este", ha destacado.
"Nos enfrentamos a una crisis de seguridad en Europa. Los tambores de guerra están sonando fuerte y la retórica es cada vez más estridente. Hay cerca de 100.000 tropas en el lado ruso de la frontera con Ucrania. Su presencia allí suscita muchas cuestiones sobre las intenciones de Moscú", ha dicho el embajador de Estados Unidos ante la OSCE, Michael Carpenter.
Durante la reunión en Viena, Rusia ha vuelto a plantear sus dos principales reivindicaciones: garantías blindadas de que ni Ucrania ni Georgia serán admitidas nunca en la OTAN y la retirada de tropas estadounidenses y aliadas de países que formaron parte del bloque soviético, como Polonia o los bálticos. La respuesta que ha recibido de los aliados ha sido la misma que en días anteriores: estas demandas son inaceptables.
Esferas de influencia
"No vamos a admitir esferas de influencia, no vamos a admitir restricciones en el derecho de los países a escoger sus propias alianzas y no vamos a admitir privilegiar las exigencias de seguridad de un Estado sobre las de otro", ha señalado Carpenter.
Pese a ello, el representante de Estados Unidos ofrece diálogo a Rusia sobre cuestiones como controles recíprocos de armamento o canales de comunicación para casos de crisis. De hecho, la OSCE ha acordado este jueves lanzar un "diálogo revitalizado sobre la seguridad en Europa".
Pero para el Kremlin esta oferta resulta claramente insuficiente. "No hemos escuchado una respuesta adecuada ni ninguna reacción a nuestras propuestas por parte de nuestros socios. Todo ha girado en torno a sus preocupaciones y el comportamiento supuestamente agresivo de Rusia, especialmente en el contexto de los acontecimientos en Ucrania", ha dicho el embajador ruso ante la OSCE, Alexander Lukashevich.
"Los intentos de alargar indefinidamente las negociaciones sobre las garantías de seguridad en el marco del diálogo de Rusia con Estados Unidos y la OTAN, o de reducirlas a un intercambio de posiciones sin resultado provocarán un deterioro de la situación de seguridad de todos los Estados sin excepción", avisa Lukashevich.
Por su parte, el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, ha dicho en una entrevista televisiva que las negociaciones han llegado a un "callejón sin salida". "Sin una mayor flexibilidad de la otra parte para trabajar en estos temas tan importantes, no veo ningún motivo para volver a sentarnos en los próximos días, para reunirnos de nuevo y comenzar la misma discusión", sostiene Ryabkov.
También el portavoz de Vladimir Putin, Dimitry Peskov, cree que las negociaciones de esta semana han resultado "infructuosas" pese a algunos "elementos positivos". Eso sí, ningún representante del Kremlin ha aunciado una ruptura definitiva del diálogo.
"Si los rusos abandonan las negociaciones, quedará claro que nunca se tomaron en serio la diplomacia", ha apuntado el embajador de EEUU en la OSCE. "Tenemos que prepararnos para la posibilidad de que se produzca una escalada. Y por eso el presidente de EEUU, junto con sus aliados y socios, están dispuestos a imponer costes masivos" a Moscú, ha añadido Carpenter.
La marginación de la UE
También el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, se ha pronunciado sobre las posibles sanciones a Moscú si invade Ucrania. Unas represalias que, según ha sugerido, incluirían el cierre de definitivo del gaseoducto Nord Stream 2, que conecta directamente Rusia con Alemania por el mar Báltico, esquivando el territorio ucraniano, y que está pendiente de su certificación definitiva para empezar a funcionar.
"Ciertamente, el funcionamiento de esta infraestructura dependerá de la evolución de los acontecimientos en Ucrania y de la actitud de Rusia", ha dicho Borrell en rueda de prensa tras una reunión de ministros de Defensa de la UE en la localidad francesa de Brest.
"No se puede imaginar que estemos pensando por un lado en imponer sanciones (a Rusia) y por el otro en abrir la infraestructura. Ciertamente, está ligado a la situación militar en Ucrania, es obvio", ha dicho. El Gobierno alemán se ha esforzado hasta ahora en desvincular ambas cosas, pero una nueva guerra en Ucrania le obligaría a cambiar de opinión.
Borrell ha tratado de quitar importancia al hecho de que la Unión Europea haya sido marginada de las negociaciones sobre Ucrania. Sostiene que ha recibido garantías suficientes por parte de Estados Unidos de que no llegará a ningún pacto con Moscú a espaldas de los europeos.
"Se ha dicho mucho que Europa está al margen, que Europa no participa, que Europa no está en la mesa. Pero con los Estados Unidos, en los últimos días, hemos desarrollado una coordinación extremadamente potente", afirma el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común.
"Así que no tenemos miedo, estamos en estrecha coordinación y tenemos la seguridad de que nada se decidirá ni negociará con los rusos sin nosotros, sin una estrecha coordinación con Europa y sin la participación de los europeos. Así que dejemos de quejarnos y criticar el hecho de que anteayer los europeos no estuvieran sentados en la mesa de Ginebra... Evidentemente no. Pero la coordinación, contacto y participación con Estados Unidos es absolutamente perfecta", insiste Borrell.
Precisamente, la Unión Europea ha aprobado este jueves prolongar otros seis meses, hasta julio de 2022, las sanciones económicas impuestas a Rusia en 2014 por sus intervenciones desestabilizadoras en Ucrania.
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