Europa continúa el repliegue ante el aumento de casos de la Covid-19 y la expansión de la variante ómicron. A las puertas de la Navidad, los gobiernos temen la saturación de los sistemas sanitarios y empiezan a endurecer sus medidas. Países Bajos ha decretado la vuelta a un confinamiento estricto y París (Francia) ha anunciado la suspensión de las fiestas de Nochevieja.
El Gobierno neerlandés decidió este sábado, en una reunión de urgencia, pasar las fiestas bajo un confinamiento estricto por el avance de la variante ómicron. Además, toda la actividad no esencial cerrará, incluidos los colegios y universidades.
"Estoy en pie esta noche en un estado de ánimo muy serio. Y mucha gente viendo esto se sentirá igual", dijo tras la aprobación de las medidas el primer ministro en funciones, Mark Rutte, en una rueda de prensa en La Haya en la que explicó que sólo permanecerán abiertas las tiendas imprescindibles, como supermercados, farmacias, gasolineras y los servicios mínimos.
Esto sustituirá al actual "confinamiento nocturno", que sólo supone el cierre de la actividad no esencial a partir de las 17.00 hora local (16.00 GMT), lo que incluye comercios y restaurantes, pero también cines, teatros, gimnasios o museos, lo que pone fin a cualquier alternativa social después de finalizar el trabajo, pero la mantiene los fines de semana.
Este sistema ya se está demostrando insuficiente ante el avance de la variante ómicron, que se espera que la próxima semana sea la dominante en Ámsterdam, puesto que el análisis de las PCR positivas demostró que su presencia se multiplica cada dos días.
En España, este domingo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llevará a cabo una declaración institucional y se ha anunciado una reunión con los presidentes autónomicos para valorar el avance de la sexta ola para el próximo miércoles. El objetivo de esta Conferencia de Presidentes será abordar la situación de la pandemia "y reforzar la cogobernanza y la cooperación institucional", según ha anunciado la Secretaría de Estado de Comunicación.
Vacuna obligatoria para sanitarios
En Francia, la capital, París, ha decidido anular los tradicionales fuegos artificiales y los conciertos de Nochevieja que en tiempos normales reunían a decenas de miles de personas en la calle, siguiendo las directrices del Gobierno de Emmanuel Macron para limitar las explosión de contagios que se prevé por la variante de la Covid-19.
Fuentes del Ayuntamiento justificaron la anulación de todas las celebraciones por el repunte epidémico y por los anuncios que hizo el Ejecutivo al término este viernes de un Consejo de Defensa presidido por Macron, dedicado a la crisis de la Covid-19.
El primer ministro, Jean Castex, indicó tras ese Consejo de Defensa que se iban a dar instrucciones a todos los prefectos (delegados del Gobierno) para que en Nochevieja prohíban las concentraciones no organizadas y el consumo de alcohol en la calle.
También para que insten a los ayuntamientos para que renuncien en esa noche tan particular a los tradicionales actos multitudinarios que son los fuegos artificiales y los conciertos.
Detrás de esta vuelta de tuerca está la postura del Consejo Científico que asesora al Ejecutivo, que en una recomendación publicada este sábado reclama "restricciones significativas" para que las celebraciones de Nochevieja no se conviertan en focos de contagios.
En ese sentido, el país galo obligará a los sanitarios y a los bomberos a que se inyecten la dosis de refuerzo de la vacuna contra la Covid-19 para evitar que se generalicen focos de contagios que ya están apareciendo en algunos hospitales y que eso provoque carencias de personal para atender a los pacientes.
El ministro de Sanidad, Olivier Véran, subrayó este sábado, en una entrevista a la emisora France Inter, que hay que acelerar la vacunación ante la variante ómicron, que es "mucho, mucho, mucho más contagiosa" que delta, y que podría ser mayoritaria en Francia dentro de dos semanas.
"Los que no están vacunados se contaminarán y habrá casos graves", advirtió después de insistir en que el objetivo de generalizar la vacunación es "evitar una oleada muy fuerte en los hospitales". A ese respecto, recordó que ya hay 52 millones de personas vacunadas en el país, pero quedan unos cinco millones sin inmunizar.
Registro de vacunados
Mientras tanto, la incidencia acumulada de la Covid-19 en Alemania continua a la baja, aunque sigue a un nivel alto, y la presidenta del Bundestag (Cámara Baja), la socialdemócrata Bärbel Bas, exigirá un registro central de vacunados ante la falta de "cifras exactas".
En declaraciones a la edición dominical del Welt que ha avanzado el diario, Bas explica que exigirá un registro nacional de vacunados al criticar la falta de datos sobre la pandemia del coronavirus y subrayó la necesidad de contar con "cifras exactas".
"Lo que nos preocupa a todos es que las autoridades sanitarias no saben de manea concreta cuántos contagios hay exactamente. O cuál es el estado exacto de las vacunaciones. En el caso del personal asistencial partimos de hasta el 90% de vacunados, pero son estimaciones".
En Reino Unido, los asesores científicos del Gobierno están a favor de establecer pronto más restricciones para detener el alza de hospitalizaciones, que pueden llegar a 3.000 por día a causa de ómicron, según informó la BBC.
El Ejecutivo impuso recientemente la obligatoriedad de llevar mascarilla en el transporte público y espacios cerrados, así como presentar un pase covid, que demuestre que una persona está vacunada o tiene test negativo, para entrar en grandes eventos.
Sin embargo, los científicos consideran que el Gobierno debe dar un paso más y fijar más restricciones en Inglaterra, como lo han hecho otras regiones británicas, que piden limitar los contactos sociales a miembros de tres hogares distintos o el cierre de discotecas a partir de finales de este diciembre.
De acuerdo con las observaciones del denominado Grupo Asesor Científico para Emergencia (Sage, en inglés), al que tuvo acceso la BBC, hay mucha incertidumbre sobre la actual propagación de la ómicron, pero que si no existen más límites en los contactos sociales, las hospitalizaciones pueden dispararse en poco tiempo.
"Si el objetivo es reducir los niveles de infección en la población y prevenir las hospitalizaciones (...), sería necesario implementar medidas más duras muy pronto", según detalles de las recomendaciones del grupo Sage.
Cuarentena para viajeros
El Gobierno de Austria anunció este viernes que, a partir del 20 de diciembre, quienes lleguen al país tendrán que disponer de un certificado de vacunación válido o haber pasado ya la Covid-19 o, de lo contrario, someterse a un aislamiento que puede romperse con un test PCR tras cinco días.
La medida afecta tanto a los austríacos, como a ciudadanos de la Unión Europea y de terceros países. El periodo de aislamiento durará 10 días, pero puede acortarse a cinco si se presenta un test negativo de menos de 72 horas o, en caso de que el certificado de vacunación haya caducado, un comprobante de que se ha recibido una dosis de refuerzo. Sin embargo, para quienes viajan regularmente al país por cuestiones de trabajo se aceptará también un test PCR negativo.
"Estas normas de entrada más estrictas plantean grandes retos, especialmente para las personas que viajan al extranjero durante las vacaciones de Navidad. Sin embargo, son necesarias especialmente en este momento para contrarrestar la propagación de (la variante) ómicron en Austria", declaró el ministro austríaco de Sanidad, Wolfgang Mückstein.