La Comisión Europea ha expresado este jueves su "preocupación" por la sentencia del Constitucional de Polonia que cuestiona la primacía del derecho comunitario y ha avisado de que usará "todos los instrumentos" a su disposición para garantizar que Varsovia respete las leyes de la UE y las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).
"Vamos a utilizar todos los instumentos a nuestra disposición para que los principios fundadores de la Unión se respeten", ha asegurado el comisario de Justicia, el liberal belga Didier Reynders, en rueda de prensa. Reynders ha eludido entrar en más detalles sobre las posibles medidas que podría adoptar Bruselas contra Polonia escudándose en que todavía no conoce todos los detalles sobre el fallo del Constitucional, que además aún tiene que publicarse.
En todo caso, el comisario de Justicia ha resaltado que la primacía del derecho comunitario sobre las normas nacionales es un "principio nuclear" de la UE. Una primacía que se basa en tres elementos: que los fallos del TJUE son vinculantes para los tribunales nacionales, que la legislación de la UE está por encima de las leyes nacionales y que el TJUE tiene competencia exclusiva para examinar la validez de las directivas y reglamentos europeos.
"Antes de usar uno u otro instrumento a nuestra disposición, nos tomaremos algunas horas para analizar la situación. Pero está muy claro: estamos muy preocupados desde hace meses sobre la evolución de estos principios" en Polonia, ha repetido Reynders.
"El veredicto de hoy en Polonia no puede quedarse sin consecuencias. La primacía del derecho de la UE debe ser indiscutible. Vulnerarla significa desafiar uno de los principios fundadores de nuestra Unión. Pedimos a la Comisión que tome las medidas necesarias", ha escrito el presidente de la Eurocámara, David Sassoli, en su cuenta de Twitter.
El Ejecutivo comunitario ya ha lanzado múltiples procedimientos sancionadores disciplinarias contra el Gobierno polaco de derecha radical, hasta ahora sin ningún resultado. De hecho, Varsovia se niega a acatar las sentencias del TJUE, motivo por el cual Bruselas ha solicitado que se le impongan multas millonarias.
La Comisión ha pulsado además el 'botón nuclear' contra Polonia por su deriva autoritaria. Se trata del artículo 7 del Tratado, que en última instancia desembocaría en la suspensión del voto de Varsovia en la UE. Pero su tramitación está bloqueada porque se requiere la unanimidad de los Veintisiete, y Hungría apoya sistemáticamente a Polonia.
La última herramienta de la que dispone Bruselas para actuar contra el Gobierno de Ley y Justicia es la congelación de las ayudas europeas por poner en riesgo el Estado de derecho. De momento, la Comisión mantiene bloqueado el plan de recuperación polaco, que supone mucho dinero: 23.900 millones en transferencias y 12.100 millones en créditos baratos con el fin de acelerar la doble transición digital y verde.
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