Un día Joe Biden llama "asesino" a Vladimir Putin. Al día siguiente, el presidente ruso invita al americano a tener un conversación telefónica pero no obtiene respuesta. Al día siguiente la portavoz del gobierno americano asegura que su presidente dio "una respuesta directa a una pregunta directa" al calificar de asesino a Putin. Y un día más tarde el ministro de exteriores ruso acusa a Estados Unidos y la Unión Europa de usar "fake news" y una suertes de "diplomacia friki" en sus relaciones.
La tensión mediática y verbal escala poco a poco en este comienzo de 2021. Así, mientras las delegaciones china y estadounidense han tenido una primera reunión convulsa en su primer encuentro de la era Biden, Rusia ha llamado a consultas a su embajador en moscú, Alemania está inmersa en investigaciones sobre el un posible espionaje ruso en el Bundestag y Serguéi Lavrov, el ministro de exteriores de Putin, le hace encerronas a Josep Borrell en el Kremlin para después acusar a España de falta de democracia por los políticos presos del procés argumentando que Alexei Navalny no se puede comparar con ellos.
El último ejemplo de la escalada ha sido protagonizada precisamente por Lavrov. "Se utiliza todo tipo posible de fake news, y a veces junto a ellas -que colman los medios de prensa y las redes sociales-, al arsenal de varios líderes occidentales se sumó un nuevo recurso: la diplomacia de falsedades y a veces la diplomacia friki", manifestó durante una reunión de la junta directiva del Fondo Gorchakov, informa EFE.
"Pagará un precio"
Biden calificó este miércoles de "asesino" a su homólogo ruso y aseguró que "pagará un precio" por haber intentado interferir en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020, con lo cual ha elevado al máximo la tensión entre ambos países.
Lavrov señaló, sin apuntar a Biden, que con el fin de justificar la actual confrontación entre Occidente y Rusia "que socavan las normas universales del derecho internacional", estos líderes utilizan "cada vez más diversas historias inventadas, acusaciones cuyas pruebas se niegan altivamente a presentar". "Cualquier punto de vista alternativo es rechazado violentamente, y no sólo en la arena internacional, sino en su propia casa, en el interior de los países occidentales. La política real, reflexiva, se suplanta con amenazas de castigar a todos los que disientan, tanto en los asuntos externos como externos", añadió.
Y es que, según el jefe de la diplomacia rusa, la situación internacional se torna cada vez más compleja debido "a la falta de disposición de nuestros colegas occidentales, encabezados por EEUU, a implementar una cooperación en igualdad de derechos con el resto de los países en aras de hallar una solución efectiva a los problemas comunes".
"Buena salud"
Putin, por su parte, respondió este jueves con deseos de "buena salud" a su homólogo estadounidense tras el ataque personal y recordó que cuando él era niño en las discusiones en el patio se solía decir: "El que lo dice, lo es", en alusión al peligro que tiene el uso de determinados calificativos, como el de "asesino".
El presidente ruso no se conformó con esto y propuso a Biden mantener una conversación telefónica lo antes posible en lugar de lanzarse pullas, a fin de hablar de manera "abierta y directa" de las relaciones bilaterales, la estabilidad estratégica, la solución de conflictos y desafíos como la pandemia del coronavirus.
Las declaraciones de Biden provocaron diversas reacciones en la clase política rusa, incluso con descalificaciones personales al jefe de la Casa Blanca. Así, Dmitri Medvédev recordó que cuando era presidente de Rusia entre 2008 y 2012, el demócrata era vicepresidente de Barack Obama y "entonces daba la impresión de que era una persona con un comportamiento adecuado. Pero, a juzgar por todo, los años han pasado por él", añadió el que es actualmente vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, quien respondió a Biden con una cita del fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud: "No hay en la vida nada más costoso que la enfermedad y... la estupidez".