Cerca de medio millar de personas se manifestaron este miércoles en Bruselas por la muerte de un joven en comisaría tras ser arrestado por la Policía, una protesta que degeneró en destrozos del mobiliario urbano y el intento de incendio de una comisaría.
El vehículo en el que viajaba el rey Felipe de los Belgas, que se trasladaba desde el Palacio Real hasta su residencia en Laeken, estuvo durante unos instantes en el entorno de la manifestación aunque quedó detrás del cordón policial, según recogen los medios belgas.
Aunque no se situó, por tanto, en el lado de los manifestantes, algunos de los proyectiles que estos lanzaron contra los agentes alcanzaron el vehículo, sin que se haya informado de daños.
La manifestación comenzó a las 15.00 horas en la zona de la Estación del Norte de Bruselas al grito de "policías asesinos" y durante la misma se produjeron destrozos en el mobiliario urbano y en dos vehículos de la policía.
Algunos manifestantes prendieron fuego a la entrada de una comisaría de policía de la zona, pero este fue rápidamente extinguido.
Estos protestaban por el fallecimiento de Ibrahima B, un joven de 23 años de ascendencia guineana, que el sábado pasado había sido arrestado por la policía y, a su llegada a la comisaría, se sintió mal y perdió el conocimiento.
Los agentes presentes llamaron al servicio de emergencias pero el joven falleció más tarde en el hospital, tras lo cual se ha abierto una investigación por homicidio involuntario.