Vladimir Putin no ha clarificado aún si dejará el poder en 2024 pero ya está definiendo muy bien el perfil de su posible sucesor. En un discurso anual sobre el Estado de la nación, el presidente ruso ha propuesto cambios en la Constitución de Rusia que limitarían el poder de un sucesor potencial.
Tras el anuncio, el Gobierno del primer ministro Dimitri Medvedev ha dimitido en bloque. Medvedev, de 54 años, consideró "correcto" que el actual Ejecutivo presente su renuncia teniendo en cuenta los "cambios fundamentales en la Constitución de la Federación Rusa" propuestos por el jefe del Kremlin destinados a otorgar mayores poderes a la Duma o cámara de diputados.
En caso de ser aprobados, aseguró, dichas enmiendas constitucionales modificarán "el equilibrio de poder" entre el Gobierno y la Duma.
Putin sugirió enmendar la Constitución rusa para limitar a un futuro presidente a dos mandatos (cuando él ha gobernado durante cuatro), endurecer los requisitos de residencia para los candidatos presidenciales y permitir que el parlamento elija candidatos para el primer ministro y el gabinete, debilitando efectivamente el papel de la presidencia.
Las medidas propuestas implican un cambio significativo en la Constitución de Rusia y Putin ha pedido realizar el primer referéndum nacional desde 1993 para ratificarlas.
Con los cambios enunciados por Putin, entre ellos que ninguna persona que no haya vivido en Rusia en los últimos 25 años pueda presentarse al cargo de presidente, Putin limita también su oposición. Con esta norma, los exiliados y opositores no podrían optar al puesto.
Algunos analistas han visto en el anuncio un intento de Putin de sentar las bases para una transición de poder en 2024, cuando debería, bajo la Constitución, renunciar a la presidencia después de cumplir dos mandatos consecutivos como jefe de Estado de Rusia.
Putin, de 67 años, ha gobernado efectivamente Rusia desde 2000, convirtiéndolo en el líder con más años de servicio desde Stalin, y sus planes para 2024 siguen siendo la cuestión política más importante en el país.
Pocos esperan que Putin quiera retirarse de la vida pública. Muchos señalan que podría convertirse en primer ministro nuevamente, o seguir modelos políticos de países como Kazajstán, donde el expresidente Nursultan Nazarbayev renunció a la presidencia el año pasado, pero siguió siendo jefe del consejo de seguridad y otras instituciones clave.