Bruselas

El Parlamento británico se pronuncia este martes sobre el acuerdo del brexit al que ha llegado Theresa May con la UE y todos los pronósticos prevén que lo tumbe por amplio margen. Será una derrota humillante para la primera ministra británica, que ya se vio obligada a aplazar la votación a principios de diciembre por miedo a perderla. De nada han servido las garantías adicionales proporcionadas por el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y el del Consejo Europeo, Donald Tusk, sobre la solución para evitar una frontera física entre Irlanda e Irlanda del Norte. Tanto los conservadores euroescépticos de May como los laboristas, los unionistas irlandeses o los nacionalistas escoceses han reiterado que votarán en contra.

Incluso el ministro británico de Comercio, Liam Fox, reconoce que es "improbable" que el acuerdo de divorcio de May sea ratificado por la Cámara de los Comunes. En un último intento de salvar el pacto, la primera ministra británica ha avisado este lunes de que el brexit está en peligro. "Hay algunos en Westminster que desearían retrasar o incluso detener el brexit y que usarán cualquier recurso disponible para lograrlo", ha dicho en un discurso. Si al final triunfa el 'no', "el resultado más probable es una parálisis en el Parlamento que amenaza con convertirse en un no brexit", sostiene May. ¿Pero cuáles son realmente los posibles escenarios que se abren tras la votación?

1.- Un brexit caótico sin acuerdo

Es el escenario predeterminado por defecto. La fecha del brexit ya está fijada para el próximo 29 de marzo. Si el Parlamento británico rechaza el acuerdo de May y no logra consensuar una alternativa, Reino Unido abandonaría la UE a las bravas, sin ningún pacto con sus socios. Se trata de la opción preferida de los euroescépticos más radicales, como el exministro de Exteriores Boris Johnson, que quieren romper todos los vínculos con la Unión. Pero no cuenta con mayoría en el Parlamento británico. Las consecuencias económicas serían devastadoras: un brexit caótico costaría al Reino Unido un 8% del PIB, según el Fondo Monetario Internacional. Y se traduciría además en colas interminables de camiones en el puerto de Dover por los controles aduaneros, problemas de abastecimiento de alimentos e incluso de fármacos, perturbación del tráfico aéreo o una incertidumbre extrema sobre los derechos de los ciudadanos europeos que viven en territorio británico.

2.- Revocar unilateralmente el brexit

Es la opción que ha defendido este fin de semana el ex primer ministro británico, John Major, que la define como "el único camino sensato" ya que "el coste de un brexit sin acuerdo para nuestro bienestar nacional sería profundo y duradero". Reino Unido puede revocar unilateralmente el procedimiento de salida establecido en el artículo 50 del Tratado y quedarse en la UE en los términos actuales, siempre que lo haga antes del 29 de marzo, según ha dictaminado el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). Eso daría tiempo para entablar "un nuevo proceso" de consulta nacional sobre las relaciones futuras con Bruselas o incluso para celebrar un segundo referéndum, sostiene Major. Este escenario cuenta con muy pocos apoyos en el Parlamento británico: apenas los nacionalistas escoceses que plantearon el caso ante el TJUE.

3.- Una prórroga en las negociaciones

Reino Unido podría solicitar a la UE una prórroga en las negociaciones, más tiempo para lograr un consenso nacional sobre el tipo de brexit que desea. Por ejemplo, para optar por el modelo de Noruega, según el cual Reino Unido se quedaría en la unión aduanera y el mercado interior. Una solución que cuenta con apoyos incluso dentro del Gobierno de May porque no requeriría un estatus especial para Irlanda del Norte. La petición tendría que ser aprobada por unanimidad por los otros 27 Estados miembros. El problema de este escenario es que choca con las elecciones a la Eurocámara de mayo, en las que supuestamente ya no participarán los británicos. De hecho, el resto de socios ya se han repartido sus escaños: España gana otros 5 eurodiputados. Por eso, la UE está dispuesta a conceder esta prórroga, pero sólo hasta julio, fecha en la que empieza a funcionar el nuevo Parlamento Europeo. ¿Sería suficiente para celebrar unas nuevas elecciones o un segundo referéndum? La primera ministra británica ha repetido este lunes que no quiere pedir más tiempo: el brexit debe materializarse el 29 de marzo de 2019.

4.- Nuevas elecciones en Reino Unido

El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, ha prometido que si el Parlamento británico tumba el acuerdo del brexit de May, planteará una moción de confianza con el objetivo de lograr la convocatoria de elecciones anticipadas. Este es su escenario privilegiado para renegociar con Bruselas los términos del divorcio, ya que a su juicio el brexit ya no puede detenerse. Para que sea posible, Reino Unido tendría que pedir también una prórroga a los socios de la UE. Pero todo apunta a que los laboristas no cuentan con apoyos suficientes para forzar la convocatoria electoral

5.- Un segundo referéndum sobre el brexit

La celebración de un segundo referéndum sobre el brexit es la opción preferida por los ciudadanos británicos si Westminster tumba el acuerdo de divorcio de May. Un 46% de los encuestados apoyan la nueva consulta, frente al 28% que están en contra y el 26% que no saben o no contestan, según un sondeo publicado por The Independent. El 45% de los británicos votaría ahora quedarse en la UE, frente a un 39% que se opone a revertir el brexit, mientras que el 16% no sabe o no contesta. Es decir, la opinión pública británica sigue profundamente dividida. La primera ministra británica se opone radicalmente a un segundo referéndum, que tampoco cuenta con las simpatías de Corbyn, aunque sí de las bases y de muchos altos cargos laboristas.