El ministro del Interior italiano y líder de la Liga, Matteo Salvini, ha defendido este domingo la política de expulsión de inmigrantes recogida en el programa de gobierno y ha argumentado que con la misma "se salvan vidas" al prevenir naufragios.
"Con los inmigrantes no tenemos una línea dura, sino de sentido común. Las expulsiones salvan vidas", ha afirmado durante un acto de campaña para las elecciones municipales celebrado en Catania y recogido por el diario Corriere della Sera.
"Basta de una Sicilia convertida en el campo de refugiados de Europa. No nos quedaremos sin hacer nada mientras siguen los desembarcos y desembarcos y desembarcos. Necesitamos centros para expulsiones", ha argumentado, añadiendo que "se acabó la fiesta para los inmigrantes ilegales".
En ese sentido, ha defendido los acuerdos con los países de origen porque, ha reconocido, no se puede enviar a nadie a un país que no esté dispuesto a aceptar a esa persona. También aspira a "evitar las partidas" y prevenir así los naufragios que han convertido "el Mediterráneo en un cementerio".
"La vida es sagrada y para salvarla debemos evitar que las personas salgan en armatostes al mar. Haré todo lo posible por trabajar con esos gobiernos para evitar la partida de los desesperados que creen que hay oro en Italia cuando no hay ni trabajo para los italianos", ha indicado.
Salvini ha arremetido contra la UE por la llegada de inmigrantes "nocivos a Italia". "España y Francia nos dejan la carga a Italia", ha afirmado, al tiempo que ha recordado el alto coste de proporcionar asistencia a los solicitantes de asilo y los trámites burocráticos que conlleva.
El acuerdo de gobierno entre la Liga y el Movimiento 5 Estrellas constata la presencia de unos 500.000 inmigrantes en situación irregular y aboga por impulsar procesos de repatriación a países de origen considerados seguros y a terceros países, lo que desató la inquietud ante la posibilidad de que se produzcan deportaciones masivas.
También ha hablado este domingo Luigi di Maio, líder del Movimiento 5 Estrellas, respaldo junto a la Liga de Salvini del nuevo gobierno del primer ministro Giuseppe Conte, que tomó posesión el viernes. Di Maio, ministro de Trabajo e Industria, ha anunciado cambios en la última ley laboral, aprobada en 2015.
"La gente no solo no tiene seguridad (laboral) para casarse. No tienen siquiera seguridad para pedirse las vacaciones", ha afirmado Di Maio en un texto publicado en Facebook. "Si queremos fortalecer la economía, hay que reducir las incertidumbres y uno de las causas de las incertidumbres es la Ley del Trabajo. Hay que revisar la Ley del Trabajo", ha argumentado.
La actual normativa laboral facilita el despido a las grandes empresas y da incentivos fiscales a las que firmen contratos fijos con peores condiciones. El objetivo del entonces primer ministro, el socialdemócrata Matteo Renzi, era reducir el paro y la precariedad, principalmente la juvenil.
El paro sin embargo ha subido y la mayoría de los empleos creados han sido con contratos precarios. La tasa de paro se situó en el 11,2 por ciento de la población activa en abril.