Una vez más, los países de la Unión Europea han sido incapaces este jueves de adoptar ninguna decisión sobre la prórroga de la licencia del polémico glifosato, a la que se oponen los ecologistas por su posible impacto en la salud y el medioambiente. Ni los partidarios ni los detractores de este herbicida -el más usado del mundo y cuyo permiso de venta en Europa expira el 15 de diciembre- han logrado la mayoría suficiente para imponer sus tesis. Un resultado que en la práctica significa un no a la renovación, según ha explicado la Comisión.
Pero Bruselas todavía no se rinde. Ya ha convocado para antes del 20 de noviembre una reunión del Comité de Apelación con el fin de que vuelva a votar. En este encuentro, los Estados miembros estarán representados a un nivel superior, es decir, ya no serán técnicos y expertos sino políticos.
Si tampoco allí hay fumata blanca, el glifosato -cuyo principal fabricantes es la multinacional estadounidense Monsanto- quedará prohibido desde el 15 de diciembre y los países tendrán 18 meses extra para deshacerse de sus reservas. Bruselas tiene poder para prorrogar el permiso unilateralmente, pero ya ha dicho que no lo hará sin respaldo político de los países miembros.
En la reunión de este jueves, un total de 14 Estados miembros han votado a favor de prorrogar cinco años la licencia del glifosato: España, República Checa, Dinamarca, Estonia, Irlanda, Letonia, Lituania, Hungría, Holanda, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Suecia y Reino Unido. Nueve países están en contra: Bélgica, Grecia, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Luxemburgo, Malta y Austria. Se abstienen Bulgaria, Alemania, Polonia, Portugal y Rumanía.
Informes científicos contradictorios
Desde el ministerio de Agricultura explican a EL ESPAÑOL que España apoya la renovación del glifosato porque los dictámenes científicos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria y de la Agencia de Productos Químicos han concluido que no es una sustancia cancerígena. Unos estudios que se realizaron después de que el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, un organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificara en 2015 el glifosato como "probablemente carcinógeno" para las personas.
La organización ecologista Greenpeace ha vuelto a pedir este jueves la prohibición inmediata de este herbicida. "Si la Comisión continúa permitiendo que este químico tóxico contamine nuestros suelos, agua, comida y cuerpos, estará simplemente premiando a Monsanto por ocultar los peligros ligados a este herbicida. La UE tiene que prohibirlo ahora, no dentro de tres, cinco o diez años más", ha dicho su portavoz, Franziska Achterberg.