El presidente ruso Vladimir Putin ve la crisis en Cataluña como un “asunto interno” que “preocupa” al Ejecutivo de Rusia. Esos términos son los que ha utilizado públicamente Putin para hacer alusión a la situación creada en Cataluña por el golpe separatista vivido la semana pasada.
De puertas para adentro, sin embargo, en el Kremlin y quienes orbitan alrededor del poder ruso parecen soñar con una España balcanizada a más no poder. En ella, la secesión de Cataluña no es más que una de tantas posibles. Esa idea no la tienen oficialmente Putin y compañía. Pero con ella sí fantasean los medios de comunicación públicos rusos.
“Oficialmente, para Rusia, Cataluña es un asunto interno, pero a los medios de comunicación rusos, especialmente a Russia Today (RT) o a Sputnik, se les deja decir cosas que el Gobierno no diría abiertamente”, explica a EL ESPAÑOL Zach Witlin, analista de la consultora internacional Eurasia Group. Tanto la cadena de televisión internacinonal RT como la agencia Sputnik son medios de comunicación reconocidos en Europa y Estados Unidos como herramientas de la maquinaria de propaganda rusa.
En esa línea, la televisión pública Piervy Kanal - “El Canal Uno” [ndlr.] - mostraba el pasado mes de octubre una España amenazada de secesión, no sólo en Cataluña, sino también en Baleares, Valencia, País Vasco, Asturias, Galicia, incluso Andalucía y Murcia. Así, hasta contar nada menos que trece regiones españolas cuya situación se equiparaba a la de Cataluña.
Que fenómenos como el independentismo andaluz, que encarnan organizaciones políticas como Nación Andaluza o Jaleo !!! no sean más que realidades tan anecdóticas como marginales no evitaba la mención a un supuesto separatismo andaluz en la imagen presentaba por la televisión pública rusa.
Lo mismo ocurría con la no menos ínfima causa separatista en Yorkshire, región situada al norte de Inglaterra. Ésta era otra de las regiones reseñadas en el mapa de la Europa amenazada por el independentismo presentado por “El Canal Uno” ruso. En dicha representación gráfica, el Reino Unido aparecía dividido, al igual que Francia, en diez regiones.
“En Rusia piensan que el futuro les pertenece y que el modelo europeo está en decadencia”, dice a EL ESPAÑOL Andrew Wilson, profesor de la Universidad de Londres e investigador del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, un think tank paneuropeo que atiende a las siglas inglesas ECFR.
De esa visión del 'viejo continente' en fase decadente habla precisamente la imagen de España y Europa balcanizadas de la televisión pública rusa. La imagen ilustraba, en concreto, un comentario crítico con la idea de la “Europa de las dos velocidades”. Ésta es la solución que se baraja en las altas instancias europeas para relanzar el proyecto europeo.
Separatismo devastador
Así, mientras se mostraba ese mapa, se escuchaba decir a la voz en off del Piervy Kanal: “el concepto de Europa de dos velocidades es una de las principales razones por las que ahora tenemos un separatismo devastador”. El comentario añadía, dando por hecha la todavía hipotética vía de la integración a múltiples velocidades, que, “en esta situación, nadie quiere ir de los últimos”.
“La UE puso una bomba debajo de sí misma cuando empezó a regionalizar los estados-nación y declaró la inevitabilidad de la segregación de los estados en función de su grado de desarrollo”, agregaba la voz en off. La idea de una Europa con múltiples velocidades de integración nunca contempló "segregar", y menos aún en base al grado de desarrollo de los países, según ha explicado a EL ESPAÑOL el inventor de dicho concepto, el político alemán y ex diputado conservador alemán Karl Lamers.
En la prensa rusa alineada con el Kremlin, la interpretación que se hace de la idea de Lamers es otra, como también es otra la “lectura putiniana” del fenómeno separatista. “En la prensa rusa se muestran más ejemplos de independentismo que los de Cataluña o Escocia. Aparecen cosas que resultan una locura como el separatismo de regiones del norte de Inglaterra”, apunta Wilson.
Esta forma de presentar la realidad europea gusta especialmente a la Rusia de Putin. “En Moscú creen que va en los intereses rusos una Unión Europea débil, porque no plantearía desafíos como las sanciones, pero ese juego ruso es muy peligroso, porque no va en el interés de nadie tener una UE débil”, sostiene Wilson.
“Olorcillo a Guerra Civil” en España
No ha pasado desapercibida la imagen decadente de una Europa balcanizada en la campaña 'EU versus Disinformation', una iniciativa europea centrada en “abordar la desinformación pro-Kremlin y responder”.
En uno de los recientes análisis de 'EU versus Disinformation' sobre la cobertura mediática rusa de la crisis en Cataluña, además de dar cuenta del mapa de la Europa en riesgo de quedar atomizada por el separatismo, se apuntaba cómo en Rossiya 1, otra importante televisión pública rusa, se hablaba del “olorcillo a Guerra Civil” que emanaba España tras la votación ilegal del 1-O.
En uno de los debates organizados por Rossiya 1, se llegaba a comparar con la guerra civil que vive el este de Ucrania con la crisis en Cataluña. “¿Está España repitiendo los errores de Ucrania?”, se preguntaban en Rossiya 1.
Ésas no son las únicas referencias exageradas que se han hecho estos días en el país de Vladimir Putin. Ante la crisis en Cataluña, “Rusia quiere dos cosas, primero, crear una espuria analogía entre el referéndum en Cataluña y en el que tuvo lugar en Crimea”, señala Wilson, aludiendo al proceso de anexión rusa de la península de Crimea en marzo de 2014.
“Los medios rusos están sugiriendo en sus informaciones que no hay diferencias entre el referéndum en Cataluña y el de Crimea, incluso cuando el de Crimea se hizo bajo ocupación militar”, abunda Witlin, el analista del Eurasia Group.
Apoyo ruso a la lógica del referéndum
“Lo segundo que quiere hacer Rusia es crear problemas, sin más”, prosigue Wilson. Para él, en el marco de ese segundo objetivo está la clave para entender la particular entente que Rusia Unida, el partido de Vladimir Putin, mantiene con la 'internacional putinista' que componen formaciones de ultraderecha europeas como Alternativa para Alemania (AfD), el Frente Nacional (FN) francés, la Liga Norte italiana o el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ).
“Rusia lleva años instrumentalizando fuerzas políticas anti-establishment en países occidentales, ya sean nacionalistas, izquierdistas de ultraderechas, anti-islámicos o islamistas. Por eso Moscú apoya la lógica del referéndum en Cataluña”, concluye Wilson.