La primera ministra británica, Theresa May, se disculpó hoy por perder la mayoría absoluta en las pasadas elecciones y pidió a los conservadores trabajar para renovar "el sueño británico".
En un discurso en el congreso del Partido Conservador en Manchester, May reconoció que la campaña electoral fue "demasiado presidencial" pero instó al partido a unirse ahora para seguir siendo la formación "del progreso y la aspiración social".
La primera ministra afronta el reto de unir a su partido, sumido en divisiones internas, ante los desafíos del "brexit" y el avance del Laborismo.
May defendió una vez más las bonanzas de la economía de libre de mercado y arremetió contra el líder laborista, Jeremy Corbyn, al que acusó de tener ideas "desfasadas" y pretender gobernar el país tomando "de modelo a Venezuela".
"La economía de libre mercado ha sido durante mucho tiempo la base de nuestra seguridad y prosperidad", dijo.
El que tenía que ser el gran discurso de May se convirtió en una pesadilla por un ataque de tos repentino que la obligó a parar en varias ocasiones, un escenario pobre y sin el empaque que requeriría su mensaje y por la aparición de un espontáneo que le ofreció el papel de despido de parte de Boris Johnson.