La amenaza terrorista no cesa en Francia, de nuevo el Estado Islámico (EI) ha querido utilizar a un menor para llevar a cabo un atentado. En menos de una semana han sido detenidos tres jóvenes de 15 años en París por preparar presuntamente acciones violentas y haber recibido instrucciones de Rachid Kassim, un conocido yihadista francés del EI que se encuentra en Siria.
Su objetivo: atentar de forma inmediata
El canal BFM TV reveló este miércoles que las fuerzas del orden habían detenido el jueves de la semana pasada en Rueil Malmaison, en la periferia noroeste de París, a un adolescente porque se descubrieron elementos que apuntaban a que preparaba un atentado inminente.
El joven, nacido en noviembre de 2000 y fichado por los servicios secretos, fue inculpado y encarcelado el sábado.
Los investigadores descubrieron que estaba en la cadena de contactos de la mensajería electrónica Telegram de Rachid Kassim, propagandista del EI que está detrás de algunas células yihadistas que han actuado en Francia en los últimos meses.
El mismo sábado fue arrestado en el distrito XIII de París otro menor de 15 años que había anunciado también a través de Telegram sus intenciones de cometer un ataque yihadista con arma blanca. Fue encarcelado el lunes pasado, acusado del delito de asociación de malhechores con fines criminales.
Por último, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, informó de que en la mañana de este miércoles fue capturado por los servicios secretos, en el distrito XX de París, un tercer joven de 15 años que se preparaba para atentar rápidamente, según se dedujo del seguimiento de sus comunicaciones codificadas.
Como los dos menores anteriores, estaba en contacto con Kassim, que se comunicaba con otra célula terrorista desmantelada la pasada semana después de que fracasase su tentativa de hacer explotar en la madrugada del 4 de septiembre un coche cargado de bombonas de butano cerca de la catedral Notre Dame de París.
El rastro del Kassim se encuentra también detrás del yihadista que el 13 de junio asesinó a dos funcionarios de policía en su casa de Magnanville, a las afueras de París; y de Adel Kermiche, uno de los dos asesinos que el 26 de julio degollaron a un cura en una iglesia de Normandía.