"Somos la primera línea de defensa". Así ha advertido el presidente de Taiwán, William Lai, sobre la amenaza que supone china no sólo para su isla, sino para el resto del mundo. El recién elegido mandatario se ha referido a su pequeña isla de 36.197 kilómetros que está a tan solo 180 kilómetros de China como la primera en tener que enfrentarse a la "expansión autoritaria" de Pekín en caso de un ataque.
En la cumbre anual de la Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC), celebrada este martes en Taipéi, reiteró que ante las crecientes amenazas de Pekín “Taiwán necesita al mundo, al igual que el mundo necesita a Taiwán”.
Además, Lai alegó que China utiliza la llamada Resolución 2758 para “intentar” restringir la participación internacional de Taipéi, “estableciendo falsamente una ‘base legal’ para el uso de la fuerza contra” la isla al vincular la resolución con el ‘principio de una sola China’.
Un informe titulado ‘The Ambitious Dragon: Beijing’s Calculus for Invading Taiwan’ del comandante Kyle Amazon del ejército estadounidense y del capitán retirado Dane Egli, guardacostas de Estados Unidos, destaca que el Ejército Popular de Liberación se prepara para tomar a Taipéi por la fuerza para 2027 y pretende tener la situación resuelta para 2030.
'Resolución 2758'
Desde octubre de 1971, China es una de las cinco naciones permanentes de las Naciones Unidas. Ese mismo año, el ‘Restablecimiento de los legítimos derechos de la República Popular China en las Naciones Unidas’, conocido también como la ‘Resolución 2758’, reconoció a los representantes del gobierno de la República Popular China (RPC) como “los únicos representantes legítimos de China ante las Naciones Unidas”.
La resolución restableció sus derechos internacionales y por consiguiente expulsó inmediatamente a los representantes de Chiang Kai-shek (presidente de la República de China hasta su muerte en 1975) del “lugar que ocupan ilegalmente en las Naciones Unidas y en todas las organizaciones relacionadas con ella”, como la Asamblea Nacional de Salud y de los Juegos Olímpicos. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea se oponen a la resolución.
El Comité Olímpico Internacional, con el objetivo de solucionar el problema confuso para los espectadores y el asunto político de Pekín sobre 'dos Chinas' compitiendo, decidió que la China continental competiría bajo el ‘Comité Olímpico Chino’ y Taiwán competiría bajo el Comité Olímpico de Taipéi Chino’.
Pekín afirmó que hay “una sola China, es decir, la República Popular China, y que Taiwán forma parte de China”. El Comité Olímpico de Taipéi Chino presentó en enero de 1980 su nueva bandera, himno y escudo. Sin embargo, si un atleta gana, el himno que suena es el el olímpico en lugar del de Taiwán.
En su discurso en el foro del IPAC, Lai dijo que la expansión “del autoritarismo” chino es evidente con tácticas que incluyen supresión diplomática, difusión de desinformación, ciberataques, coerción económica, además de su intimidación militar a países vecinos. De hecho, IPAC se fundó en 2020 para promover la democracia y hacer frente a las amenazas chinas, buscando desarrollar “una respuesta coherente al ascenso” de Pekín.
La alianza lanzó la ‘Operación MIST’ para presionar a los gobiernos a que evalúen y midan el impacto económico de un posible ataque en el estrecho de Taiwán. IPAC ya ha advertido de que ningún país será inmune a las repercusiones económicas, que podrían llegar a ser al menos cinco veces peores que los daños causados por la guerra en Ucrania.
La alianza interparlamentaria, según Lin Jian, portavoz del ministro de relaciones exteriores, explica que la alianza está empeñada en atacar a Pekín en varios asuntos y en difundir mentiras y rumores sobre China. Además, ha asegurado que los intentos del presidente taiwanés de buscar la independencia “por la fuerza serán inútiles”.
Gasto militar
La República de China ha incrementado gradualmente su gasto en defensa y ha restablecido el servicio militar obligatorio de un año para los hombres de 18 años (aunque pueden ser exentos ya sea por impedimento físico, mental o enfermedad grave o por inadecuada estatura, o peso).
En junio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó la venta de armas a Taipéi por 360 millones de dólares. Según Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, con la compra de equipo militar, Taiwán ha apoyado a la producción, la industria y la tecnología estadounidense.
La compra de Taiwán a Estados Unidos no gustó a Pekín, que contestó suspendiendo las negociaciones de armas nucleares con Washington.
La historia de Taiwán es compleja. Los tratados firmados a partir de la Segunda Guerra Mundial obstaculizan su independencia. Primero, la ‘Declaración de El Cairo de 1943’ estipula que los territorios ocupados por Japón (como Manchuria, Taiwán y las islas Pescadoras), serían devueltos a China.
Asimismo, la ‘Declaración de Potsdam de 1945’ concretó que se cumplirían los términos acordados en 1943. Después, tanto la ‘Acta de Rendición de Japón de 1945’ y el ‘Comunicado Conjunto del Estado de Japón y la República de China de 1972’, estipuñan que se cumplirá lo establecido en 1945.
Ante estos hechos históricos, Wang Yi aclara que ya sea “en términos legales o fácticos, Taiwán es una parte irrenunciable de China”. El consenso del principio de ‘una sola China’ fue establecido en 1992 y el ministro de relaciones exteriores chino ha dicho en diferentes ocasiones que el país tomará todas las medidas posibles para “defender sus intereses”
Pese a que China afirma una y otra vez que Taiwán es un asunto interno del país, Taipéi piensa diferente. Aunque Taiwán opte “por el diálogo antes que por la fuerza” en sus relaciones con China continental, advierte que utilizará “toda su fuerza para apoyar el paraguas democrático” de sus aliados para evitar la expansión del autoritarismo.
Lai lo dejó claro este martes afirmando que los problemas de la isla “son problemas internacionales, y los problemas internacionales son problemas de Taiwán”.