El escritor y activista prodemocracia australiano de origen chino Yang Hengjun ha sido condenado a la pena de muerte suspendida por un tribunal de China tras ser acusado de espionaje en un opaco proceso judicial, según informó este lunes el Gobierno australiano.
Una sentencia de muerte con suspensión es un castigo penal contemplado en la ley de la República Popular China. Otorga al condenado a muerte dos años de suspenso previos a la ejecución: la persona será ejecutada si se determina que comete intencionalmente más delitos durante los dos años siguientes a la sentencia; de lo contrario, la pena es reducida automáticamente a cadena perpetua.
"El Gobierno australiano está consternado por el hecho de que el ciudadano australiano, Dr. Yang Hengjun, haya recibido hoy una sentencia de muerte suspendida en Pekín", dijo en un comunicado la ministra de Exteriores, Penny Wong, quien agregó que se trata de una decisión "desgarradora" y "espantosa".
La sentencia contra Yang, quien fue detenido en 2019 y condenado en mayo de 2021 en un opaco juicio celebrado a puerta cerrada y al que las autoridades australianas no pudieron acudir, podría ser conmutada por la cadena perpetua si no comete ningún delito grave en un periodo de dos años.
Australia ha solicitado a Pekín su liberación "en cada oportunidad y en los niveles más altos" y ha pedido "constantemente estándares básicos de justicia, equidad procesal y trato humano para el Dr.Yang", en línea con las "normas internacionales y las obligaciones legales de China", apuntó Wong.
La ministra agregó que Australia continuará "presionando por los intereses y el bienestar del Dr.Yang, incluido un tratamiento médico adecuado, y brindaremos asistencia consular a él y a su familia". "Todos los australianos quieren ver al Dr. Yang reunirse con su familia. No cejaremos en nuestra defensa", completó.
Quiste en un riñón
En los últimos años, ha aumentado la preocupación en torno a la salud del escritor y activista en la prisión, de 58 años y a quien le fue detectado un quiste de gran tamaño en uno de sus riñones.
El año pasado, sus familiares remitieron una carta al primer ministro australiano, Anthony Albanese, para manifestar su preocupación ante el "rápido" empeoramiento de la salud de Yang y suplicar que hiciera "todo lo que estuviera en su poder" para asegurar su liberación durante una visita oficial a China el pasado noviembre.
La detención de Yang y otros ciudadanos australianos han sido motivo de tensión entre Australia y China, que afianzaron un deshielo diplomático y comercial con la visita de Albanese, la primera de un mandatario australiano al gigante asiático desde 2016.
La sentencia del escritor es un varapalo tras meses de mejora en las relaciones bilaterales bajo el Gobierno del laborista australiano, con la retirada de algunos aranceles por parte de Pekín y la liberación el pasado octubre de la periodista chino-australiana Cheng Lei, detenida en 2020.